'Lo que no es para ti, aunque te pongas; lo que es para ti, aunque te quites'. El dicho mexicano aplica, en cada detalle, al exitoso ciclo de Néstor Lorenzo, para quien cada fecha es un paso más a la clasificación de la Selección Colombia al Mundial 2026, a pesar de todo y de todos.
El argentino tiene el viento a favor en Colombia y negarlo es ir contra la evidencia: pasó de ser el rey de los replanteos después de 'regalar' los primeros tiempos, a ser el nuevo genio de la planeación ante condiciones tan adversas como jugar en altura y luego rematar en el más asfixiante calor, siempre con los resultados a su favor. Nadie discute cuando se gana, nadie duda, nadie fastidia.
Tan favorable resulta todo para él que después de entregar el invicto en un partido con tantas complicaciones como ese que se perdió 1-0 contra Bolivia le llegó una goleada contundente, de rotundo dominio como el 4-0 contra la limitada Chile y de pronto las dudas sobre el manejo de la nómina se disiparon. 'Mejor corregir ganando', dicen los técnicos. Y Lorenzo parece destinado a resolver siempre en la más absoluta paz.
Manejo en altura
Las manos fueron a la cabeza cuando se conocieron los titulares de Colombia contra Bolivia en El Alto, a 4.150m de altitud. ¿Cómo le va a meter a James, que apenas suma minutos en Rayo Vllecano, semejante reto? ¿En qué piensa al arriesgar a Luis Díaz, que no tiene la menor huella de altura, en un partido en esas condiciones tan desconcertantes para él?
Y resultó que no se ahorró ninguno un solo esfuerzo, que el 10 incluso se mantuvo en el campo todo el partido y fue vital en la generación de juego, en la creación de casi todas las ocasiones claras que no terminaron en el fondo del arco por incapacidad de sus compañeros y que supo correr y hasta caminar en unas condiciones tan hostiles para cualquier deportista. La apuesta por un jugador sin continuidad y de 33 años era incertidumbre pura, pero otra vez Lorenzo se saldría con la suya...
Incluso para los incrédulos que se animaron a tocar un punto difícil, hubo lecciones: ¿A qué llevó a jugadores como Román, Portilla o Deossa, que sí están adaptados a la altura, y no les da un solo minuto, mientras exprime a las figuras que se tenían que cuidar para vencer de manera contundente a Chile? A acercarlos, más que nada, para momentos de urgencia. A eso, más allá de la lesión, fue también Roger Martínez.
Y es que nadie busca titulares sino alternativas para un proceso tan largo como unas Eliminatorias de tres años y un Copa Mundo que suele deparar dolorosas bajas cuando finalizan las temporadas en Europa. 'Los muñecos', las estrellas del equipo, son intocables. Y eso quedó más que claro, visto lo visto en El Alto.
Manejo en el calor
Llegaron los titulares contra Chile y hubo un respiro y un desconcierto: aparecieron desde el vamos James, Díaz, Arias, Vargas, Mojica y los titulares que habían descansado; pero se quedó entre los 11 el más señalado en la derrota contra bolivianos, Jhon Córdoba. Y fue una pena pues dispuso de dos opciones claras, una anulada a instancias del VAR, con lo cual su revancha quedó por cobrar, pues ahora se perderá el duelo contra Uruguay en noviembre por acumulación de tarjetas amarillas.
El motivo de Lorenzo se entiende pues de otra manera lo estaría exponiendo. Pero en medio el infortunio de la tarjeta el propio jugador le abrió la puerta al DT del cambio que en realidad quería: Jhon Jader Durán, sancionado contra Bolivia, descansado y en racha. Y marcó y por poco se convierte en gran figura. Porque es así con cada carta que se juega Lorenzo: hasta el destino conspira para que sea un éxito.
Para rematar, la actualidad de Chile era la oportunidad perfecta para golear y ganar y gustar y, más que nada, borrar el amargo recuerdo de Bolivia. No podía venir un rival más apto para lavarse la cara de manera tan contundente. Y Colombia es segunda de las Eliminatorias porque Argentina ganó 4 y no 6 de 6, porque Uruguay pinchó con un solo punto en dos jornadas, porque Brasil gana pero aún tiene terreno por recorrer para certificar su recuperación, porque todo parece ser parte de una alineación estelar que no se rompe no se quiebra a pesar de todas las contingencias de las Eliminatorias.
El secreto siempre será el trabajo y de eso sabe bastante Lorenzo y su cuerpo técnico. Pero la dosis de suerte, que nunca sobra y siempre hace falta, también está. Eso también es innegable.