Un susto de aquellos y un resultado que pudo ser y no fue, se vio y se sufrió en el duelo entre West Ham y Manchester City. Autogol, penalti atajado, sorpresa y otros ingredientes se combinaron para dejar viva la Premier League al menos unos días más.
La situación es clara: West Ham le robó un empate 2-2 al Manchester City y lo obligó a ganarle a Aston Villa en la última fecha, mientras Liverpool, que todavía debe recibir el martes a Southampton y visita a Wolves el 22 de mayo, espera otro resbalón del archirrival y seis puntos en el cierre. Así podría seguir apuntando a los cuatro títulos que anhela en la temporada. Aunque claro, si los de Guardiola ganan no les importa nada lo que hagan los de Luis Díaz y Klopp.
Y aún así hay lucha gracias a un West Ham que se adelantó en el primer tiempo y que por un autogol cedió lo que pudo ser una victoria fenomenal.
En una noche genial de Bowen, así castigó a los 24 minutos:
Y así se ampliaba la ventaja el mismo Bowen para el inesperado 2-0 parcial:
Pero salía en defensa del título de la Premier el tan discutido Grealish, justo a tiempo (minuto 49):
Y entonces, a los 69, el infortunio del West Ham y de paso de Liverpool, que soñaba con una derrota de su gran rival en Premier, cuando Coufal metía la pelota en su propio arco:
Y pensar que perdonó el tercero West Ham cuando se apresuró Antonio en el regalazo de Fernandinho que lo puso frente al portero, porque a la siguiente ocasión clara, un tiro libre de costado, vino ese autogol. En fin. Fútbol.
Rodri quiso a los 74 pero Bowen volvió a aparecer, de nuevo libre pero le rebotó de pura fortuna a Laporte y, contrario a lo que le pasó a Coufal, esta vez se fue afuera. El resultado no es del todo malo para City porque depende de sí mismo y Wet Ham sueña con cupo a Europa League.
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