¿Qué pasó? ¿Cómo es posible que el colero de la segunda división pueda hacerle daño al líder de la Premier y la Champions League! Es todo obra... y culpa del fantástico fútbol inglés.
Contra todo pronóstico, el modesto Plymouth de la Championship dio el gran batacazo del día, de la semana, de mucho tiempo en la FA Cup, al eliminar al gran favorito, Liverpool, que tuvo a Luis Díaz desde el vamos.
Un penalti fue suficiente para el 1-0 y para darle el primer gran golpe a la era de Arne Slot, quien apostó por un equipo completamente nuevo, no llevó a más de tres titulares y se quedó sin soluciones cuando todo vino mal. Solo él sabe cuál será el precio de ese riesgo.
Siempre lo sufrió
Y es que Liverpool nunca estuvo cómodo en el partido. Se plantó tan bien Plymouth que en todo el primer tiempo no generó un solo remate al arco porque no era su partido: lo suyo era bloquear, aguantar, reducir a Díaz, el hombre más firme del ataque, a estar aislado y marcado por tres y hasta cuatro jugadores. Lo hizo de maravilla el local.
Y ayudaron que Jota no acertó un solo movimiento entre los centrales, Chiesa que no hizo ni sombra y decepcionó de manera rotunda el día que debía brillar, Elliot jugando un partido horrible, pleno de imprecisión... No hubo socios y no hubo más que un remate al arco del visitante, pasando la media hora.
Sin reacción
Lo angustioso es que no había soluciones en el banquillo porque así lo quiso Slot y así el segundo tiempo fue más de lo mismo: en cada pelota se jugaron la vida, hasta los dientes Katic que jugó sin uno casi todo el partido, en cada cierre celebraron a lo Hulk, en cada jugada fueron siempre juntos, fuertes y valientes, y así no se podía fallar.
Elliot cometió un absurdo error al meterle la mano a un remate en el área, vino Hardie para el cobro impecable de su penalti y así llegó el gol a los 53 minutos para el 1-0.
TENEMOS SORPRESA: ¡PLYMOUTH LE ESTÁ GANANDO 1-0 AL LIVERPOOL EN LA FA CUP!
— SportsCenter (@SC_ESPN) February 9, 2025
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Y después a luchar, a batallar, a aguantar: quisieron Díaz, Qansh, Tsmikas y en los nueve minutos adicionales hasta Kelleher subió en el doble tiro de esquina. No iba a entrar, no era el día. Así se aseguró Plymouth una victoria impensable pero merecidísima, demostró que con sus armas se puede competir y vencer a cualquiera y se apuntó un triunfo absolutamente histórico para el club y para el fútbol inglés.
Decepcionaron Díaz y todos los elegidos por Slot y falló hasta el DT en dar una ventaja que nadie imaginó. Eliminado Liverpool de la FA Cup, Plymouth obró el milagro. Adiós a un título, no se puede fallar más.