Este domingo Liverpool venció 3-1 a Manchester United por la fecha 17 de la Premier League, en el clásico del fútbol inglés, y se confirma en la primera posición del campeonato, con 45 puntos, uno más que Manchester City.
El partido comenzó con un dominio compartido de las acciones de juego, aunque ambos equipos también cortaron bastante el ritmo con algunas faltas reiterativas. Sin embargo, el local trataba de acercarse más al área contraria y tuvo en el brasileño Firmino a un hombre punzante, que generó dos opciones seguidas, a los minutos seis y siete.
Conforme transcurría el juego, Liverpool se adueñó por completo de las acciones en ofensiva del partido, controlando la pelota, dándole circulación y moviendo a Manchester de un lado a otro de la cancha.
Salah y Firmino comenzaban a ser importantes en la generación de jugadas de peligro, sumados a la velocidad que imprimía Sadio Mané por las bandas, rompiendo las líneas del equipo dirigido por Mourinho, y generando tensión en los defensores.
El dominio fue tan contundente, que al minuto 24 se logró abrir el marcador en favor de los locales. Tras una gran asistencia de Fabinho, Mané recibió la pelota y remató con izquierda al ángulo, al que no pudo llegar el arquero De Gea.
Sin embargo, Manchester terminó consiguiendo que el primer tiempo se fuera empatado. Al minuto 33, Jesse Lingard remató con derecha ante una salida dubitativa del arquero Alisson, poniendo un marcador que se alejaba de la realidad del partido.
El segundo tiempo no comenzó muy diferente: Liverpool era el equipo que ponía las condiciones con la pelota, frente a un rival que se veía nervioso en defensa y débil en el medio campo; ya a los minutos 51 y 52 los locales habían anunciado su intención de ganar el partido.
Manchester no lograba asentarse en el campo, pero Liverpool no encontraba la tranquilidad para volver a enviar la pelota al fondo de la red, pese a que tenía varios acercamientos al área de los red devils. Sin embargo, al minuto 73, el suizo Xherdan Shaqiri, quien llevaba solo tres minutos en el campo, remató alto al palo izquierdo del arco y puso el 2-1.
La presión del local volvió a ser efectiva, haciendo que Manchester se viera muy mal. Y, nuevamente al minuto 80, Shaqiri logró derrumbar la defensa rival, disparando fuerte desde fuera del área para poner el 3-1 que devolvió a su equipo al liderato de la Premier.
