Fue una batalla más contra los defectos propios que un gran desafío o un acorralamiento como el que acaba de verse en Europa league o en casa contra Crystal Palace.
Pero salió vivo Liverpool en una visita a Fulham que se complicó pro un momento pero se encaminó por el talento de sus estrellas y terminó en al victoria 1-3 que mantiene a los de Klopp, con Luis Díaz titular, en la pelea por el título de la Premier League.
Era raro el plan pero algo distinto había que inventar después de los dos golpes en Europa League (eliminado) y en Anfield contra Crystal Palace (0-1). Díaz iba ahora por derecha y Gakpo por izquierda y como 9 iba Diogo Jota, en un tridente nuevo que pronto daba un resultado: a los 3 minutos tenía el rojo la primera ocasión clara de gol, un cabezazo al gran centro de Alexander-Arnold que salió pegadito al palo.
Una ocasión más generaba el colombiano en un centro que no pudo capitalizar Jota a los 22 y entonces Alexander-Arnold sacó un conejo del sombrero, en forma de tiro libre: combinación de potencia y ubicación para pasar la barrera y ubicar la pelota al ángulo imposible para Leno y por fin un gol para borrar los últimos malos días y ganar confianza, más que nada.
Salvaba el portero de Fulham el segundo, otro lindo remate de Gakpo al ángulo al que sí llegó el de Fulham, y parecía que iba a seguir derecho el visitante, hasta que tora vez el fallo propio lo complicó: fue van Dijk a la banda izquierda a marcar, como pudo salvó Qansah y apareció Castagne a los 45+2 para meter un remate rastrero que superó a Alisson-Becker y Endo y era el 1-1 que otra vez le metía presión al rojo. Empatar era renunciar al título de Premier, lo único que le queda a esta altura.
Por eso en el complemento pareció más decidido el equipo de Klopp, con los mismos hombres pero otra velocidad, otra intensidad, que encontró el premio en el menos esperado de todos: dejaron libre a Gravenberch, que hasta ese momento deambulaba, y metió un remate perfecto pegado al palo para 1-2 a los 53 minutos. Volvía el alma al cuerpo.
A Díaz se le veía menos punzante ahora por la zona contraria a su tradicional banda izquierda y extrañaba a Núñez y a Salah y a Mac Allister, los tres calentando en la raya, pues con Gakpo y Jota sufrió tanto que hasta algún reclamo les hizo. Y justo el portugués hizo gala de su velocidad y pegada y a los 72 aumentó la cuenta, a instancias del VAR, en un remate frontal, suficientemente potente para superar a Leno.
Infortunadamente no llegó a tener tiempo de Díaz de jugar con sus amigos pues a los 74 minutos se fue del campo para darle su lugar a Salah, con apenas una ocasión de gol creada.
¿Qué dice la tabla?
Ahora la situación es clara: 74 puntos tienen Arsenal y Liverpool en 33 partidos, uno menos tiene Manchester City y 73 unidades. mandan los de Arteta por diferencia de gol.