Después de la derrota de Liverpool y el empate del Manchester United, Everton tenía la gran oportunidad de volver a meterse en los puestos europeos. En Goodison Park, su casa, el reto era frente al Fulham, uno de los coleros, en la jornada 24 de la Premier League.
A pesar de llegar con bastante motivación por los demás resultados y el regreso de James Rodríguez, los 'toffees' disputaron un primer tiempo bastante regular: imprecisión, errores en salida, pasividad y desorden.
Los primeros minutos (6') fueron un solo del cuadro visitante. Primero fue Ruben Loftus-Cheek, quien recibió un balón profundo en total soledad, tuvo tiempo de darse un momento para definir, pero el golero Robin Olsen salvó. Instantes después, el juez de línea invalidó todo por fuera de lugar. Primer aviso.
A los 9', el turno le llegó a Bobby Reid. Después de un tiro de esquina desde banda izquierda, el goleador del equipo metió un taconazo en el primer palo que terminó estrellándose en el vertical derecho de Olsen, en el rebote Joachim Andersen quiso capitalizar, pero la defensa local reaccionó. Segundo aviso.
Diez minutos después, Harrison Reed sacó un potente derechazo de media distancia y nuevamente Olsen apareció para apagar el incendio. En total fueron 20 minutos de asedio total.
En cuanto los locales, no había reacción alguna. Sufrieron por los costados en defensa, mientras que en ataque no lograron conectarse los hombres de las ideas. James lucía solo en la mitad, Andre Gomes era el único que intentaba acercarse, pero Sigurdsson, tirado a la izquierdo, y Richarlison, en punta, estaban muy alejados. Cortocircuito total.
Justamente las dos más claras del local llegaron después de la media hora de partido, ambas con participación directa del creativo colombiano. En la primera hizo una gran jugada individual, asistió a Gomes que avanzó y soltó un remate desviado; en la segunda recuperó el balón y se la dejó a Séamus Coleman, el capitán avanzó como todo un extremo, remato en el borde del área y el balón terminó estrellándose en el palo.
La segunda parte empezó de la peor manera. Transcurridos apenas tres minutos, Ademola Lookman desbordó de buena manera por izquierda, se juntó con Ola Aina y este mandó un centro a ras para que Josh Maja definiera con arco vacío.
Con lo anterior, Ancelotti decidió hacer cambios nominales y de módulo. Salieron Coleman y Davies, ingresaron Keane y King. Con ello la idea era volver a la línea de 4 en el fondo y dos jugadores en punta.
Ahora bien, los londinenses, lejos de meterse atrás para cuidar una victoria valiosa, siguieron de largo. Nuevamente Lookman se comió la banda izquierda, en el último tercio se la dejo a Reid que estrelló su remate en el poste y Maja capturó el rebote para marcar el 2-0 a los 65.
Como si lo anterior no fuera suficiente, dos minutos después James tuvo que ser sustituido debido a un fuerte golpe en el tobillo. Todo mal para Carletto.
En adelante, las cosas cambiaron poco. Fulham controlando por completo los ritmos del partido y Everton sin poder encontrarse en el campo. No se veía por donde pudiese llegar si quiera el descuento.
Ahora bien, la suerte también le jugó en contra. Al 78 pudo meterse en partido con un gol de King, tras centro preciso de Andre Gomes desde banda derecha, pero el línea invalidó por off-side.
En los últimos minutos, la visita se replegó, permitiéndole así al dueño de casa adelantar líneas. A pesar de ello, el partido estaba más que sentenciado. Fulham dejó atrás una racha de 12 partidos sin ganar (8D - 4E) y además triunfaron por primera vez en Goodison Park; Everton, por su parte, perdió la oportunidad de llegar al top-5 de la tabla.