Ya nadie se acuerda de West Ham, ya nadie piensa en el revés en casa, para qué si cuando sale de casa y va a un campo durísimo como el de Wolverhampton, Everton es capaz de corregir la historia.
Everton se impuso 1-2 a fuerza de paciencia y efectividad en las pocas situaciones claras que tuvo, y gracias al sacrificio para defender la ventaja hasta el final.
Iwobi la proponía, se juntaba con James, cambio de frente espectacular del colombiano y el centro, enredado y todo de Digne, le quedó al propio nigeriano para el 1-0 cuando apenas se habían jugado 5 minutos. ¿Buen arranque? ¡Mejor de lo planeado!
Pero así de linda como fue la jugada de Everton sería la de los Wolves, que salieron por derecha con Ait-Nouri, quien se deshizo fácil de la lenta marca de Doucouré para meter el centro que encontró solo a Neves para el 1-1. Un pestañeo, un gol. Porque así es todo en esa cancha, que es durísima.
Y se salvó a los 17 por obra y gracia de Pickford, espectacular para aguantar el remate de Fabio Silva.
Entre Iwobi y James por poco superan otra vez a Rui Patricio, cuando el colombiano le metió otro pase hermoso que no pudo definir mejor el nigeriano a los 19.
El partido se fue haciendo menos fogoso con los minutos, cuando el dueño de casa se afianzó mejor en el campo para desconectar el talento del rival, y sobre el final hubo un par de escaramuzas: lo tuvo Dendoncker, aunque le faltó potencia, y Mina, en un tiro de esquina, se animó en el cabezazo pero le faltó dirección. A ambos les hacía falta ya un descanso.
Y en eso se quedaron pues el primer remate al arco en el complemento llegó hasta el minuto 69, un intento desviado de Neves. Pero a los 75 por fin se animó Everton con, quién si no, James corriendo a la raya y metiendo un centro que no se finalizó bien, aunque sería la antesala de la felicidad: no pudo Gomes aprovechar el centro, aunque sí fue por ella y metió un pase a la cabeza de Keane que acabó en el 1-2, el que se celebró a rabiar.
El local quiso reaccionar y el partido se puso mejor sobre el final, con Neves y un tiro libre que metió terror en el arco de Pickford. Sobre el límite del reglamento era el cabezazo de Mina, con codo abierto, para defender su puerta y era otro día con buena nota para el caucano.
James se fue a los 85 y Everton parqueó, sin pena, el bus contra el arco de Pickford para defender un triunfo que es clave en la Premier y que lo tiene parcialmente de cuarto en la tabla de posiciones, a falta de que se cumpla el resto de la jornada y sí, en zona de clasificación europea.