No era una noche más para River Plate. Era la vuelta al fútbol tras 17 días. Era la semifinal de la Copa Argentina contra Gimnasia y Esgrima de La Plata. Era el reencuentro con su gente luego del ataque al micro de Boca del pasado fin de semana en la final continental. Era el partido en el que el equipo debía demostrar su presencia y su reacción para no claudicar. Y terminó siendo una noche a puro sufrimiento y desazón: tras estar dos veces en ventaja, empató 2-2 y terminó siendo eliminado en los penales por el lobo.
El equipo que dirige Marcelo Gallardo no pudo alcanzar la tercera final consecutiva del torneo -el Lobo definirá el título con Rosario Central-. Además, se le escapó una posibilidad concreta para clasificar a la próxima Copa Libertadores y ahora solo podrá hacerlo si conquista la actual edición. Y no pudo conseguir una victoria que era fundamental para el ánimo del equipo, a la espera de lo que pasará con la final frente a Boca.
River perdió el récord de 16 triunfos seguidos en una misma competencia, histórico para el profesionalismo en el fútbol argentino (quedó a uno de Racing, que sumó 17 entre 1915 y 1916 en el amateurismo).
Le costó ser punzante al millonario, que apostó en demasía a penetrar la defensa rival con la pelota filtrada y la subida de los laterales, pero estuvo impreciso. Adelantando la línea de fondo hasta casi el mediocampo, lo mejor volvió a llegar desde los pies de Gonzalo ‘Pity’ Martínez, el más peligroso y desequilibrante del equipo, acompañado por una buena tarea de Enzo Pérez.
Tras una primera media hora de monotonía, el encuentro terminó con tintes frenéticos y entretenidos, con reiteradas ocasiones de gol, aun cuando ambos jugaron con 10 hombres: fueron expulsados Bonifacio y Pinola.
A su vez, los arqueros tuvieron su protagonismo negativo: Martín Arias tuvo responsabilidad en el 1-0 de ‘Pity’ Martínez de tiro libre, mientras que Armani sufrió quizás su peor noche en el equipo de Núñez. Primero, se quedó en la salida y otorgó un débil rechazo que derivó en el 1-1 de Faravelli; y luego, ya con el partido 2-1 por el gol de Pratto en el inicio del complemento, no respondió bien en el cabezazo de Silva que determinó el 2-2.
El penal que Maidana desvió en el cierre de la definición fue el punto final de un ciclo muy exitoso del club de Núñez en la Copa Argentina.
Canchallena.com
La Nación
Argentina
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