Se armó todo un lío en Portugal por cuenta de los dos equipos más importantes del país. Unos acusan mejores tratos a su rival y la Federación planea tomar cartas en el asunto.
El entrenador del Benfica, Jorge Jesus, fue suspendido durante 15 días por criticar el arbitraje en un partido contra el Porto y el club de Lisboa solicitó la disolución del Consejo de Disciplina de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF), al entender que se le da un tratamiento diferente a cada club.
La suspensión se debe a las críticas proferidas al árbitro tras un partido contra el equipo de Luis Díaz y Matheus Uribe en la temporada pasada, en mayo, que acabó empatado a uno.
"Hay detalles que nadie ve, pero nosotros sentimos dónde está la balanza", dijo entonces Jesus, que señaló que "fueron muchas decisiones siempre en contra del Benfica".
El club encarnado anunció que va a recurrir la decisión y consideró que las declaraciones del entrenador "no atentaron contra el buen nombre del árbitro ni su reputación", según un comunicado divulgado este martes.
Benfica denunció además, al igual que en su momento hizo el DT Jesus, que se está dando un tratamiento diferenciado entre clubes, en concreto con el Porto, cuyo entrenador, Sérgio Conceição, también fue sancionado con suspensión la pasada semana. Sin embargo, la sanción a Conceição podía quedar automáticamente suspensa si se presentaba un recurso, mientras que en el caso de Jesus esa suspensión dependerá del Tribunal Arbitral del Deporte.
"Por la credibilidad del fútbol portugués, el Benfica desafía a la Federación Portuguesa de Fútbol a asumir sus responsabilidades y disolver el actual Consejo de Disciplina", sentencia el club lisboeta.
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