El fútbol es un deporte lleno de emociones, pasión y momentos de gloria. Sin embargo, en ocasiones, la alegría del juego se ve empañada por episodios alarmantes como el de muchos futbolistas que han caído desplomados en pleno partido.
Estos eventos han marcado profundamente a la comunidad deportiva en general y han encendido el debate sobre las condiciones médicas subyacentes y la prevención.
Uno de los casos más recientes ocurrió el 8 de enero de 2025, durante la semifinal de la Copa de la Liga entre Tottenham y Liverpool. En los primeros minutos del encuentro, Rodrigo Bentancur colapsó inesperadamente en el área rival.
Bentancur cayó abruptamente y fue atendido de manera inmediata. Esta reacción hizo que el jugador no estuviera en riesgo, como luego informó el Tottenham.
Pero este incidente trajo a la memoria otros episodios similares. Por ejemplo, en agosto de 2024, el defensor uruguayo, Juan Izquierdo, se desplomó durante un partido entre Nacional de Uruguay y Sao Paulo y a las pocas horas lamentablemente murió.
Entre los casos más impactantes está el de Christian Eriksen durante la Eurocopa 2020, celebrada en 2021 debido a la pandemia.
Durante un duelo entre Dinamarca y Finlandia, el mediocampista danés sufrió un paro cardíaco. La intervención médica inmediata fue crucial para salvar su vida.
Tras un largo proceso de recuperación y la implantación de un desfibrilador, Eriksen logró regresar a las canchas; sin duda, un verdadero milagro que renovó la esperanza en estos casos.
El primero de diciembre de 2024, Edoardo Bove, oven jugador de la Fiorentina de 22 años, sufrió un colapso durante un partido contra el Inter de Milán.
El incidente ocurrió mientras se ataba los cordones de sus zapatos. Las investigaciones iniciales señalaron que pudo haberse tratado de una crisis epiléptica.
Afortunadamente, Bove recuperó la conciencia poco después y pudo respirar de forma independiente.
Estos eventos no solo afectan emocionalmente a los involucrados y a sus familiares, sino que también generan preguntas cruciales sobre la salud de los deportistas. ¿Qué provoca estos colapsos? ¿Son prevenibles? Los expertos coinciden en que algunas condiciones de salud, muchas veces no diagnosticadas, desempeñan un papel central.
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