“¿No vale Messi? Entonces también borramos a Maradona. Ellos no juegan el mismo deporte que jugamos nosotros ". Para Daniele De Rossi es imprescindible la aclaración cuando escucha que no puede mencionar a Messi entre los argentinos con los que hubiese querido jugar. Separadas las galaxias, responde.
“Siempre me gustó mucho la forma de jugar de Riquelme, fue un genio del fútbol mundial. A otro mediocampista que yo amaba era Redondo, él fue un poeta increíble. Y otro fue Verón, que estuvo en Lazio y en Inter, entonces siempre nos cruzábamos. Yo era muy joven y no me detenía nada, entonces me iba a pelear con los viejos, y creo que debe tener recuerdos de ese hincha pelotas que hablaba, hablaba..., yo hablada demasiado en la cancha. No tenía miedo, tenía la bravura de los jóvenes y me peleaba con todos. Con esos argentinos del Inter... Verón, Kily González, Almeyda... Yo iba y me tiraba en el medio de todos. Pero me daba cuenta de que Verón era de otro nivel. Y pasando a nuestra época, hay un jugador que está a la altura de los más grandes: Di María me encanta, me gustó siempre. Y tiene buena cara, parece un buen tipo. Él y Agüero, de los que juegan el mismo deporte que jugué yo, son los mejores argentinos de la actualidad", dijo en 'La Nación'.
Enfrentó a Messi. Claro, varias veces. ¿Quién no recuerda aquel 3-0 de abril de 2018, cuando Roma se recuperó de un 1-4 en la ida y sacó a Barcelona de la Champions? Ese día, De Rossi marcó de penal. “Compartir la cancha con él es una motivación. A veces me daba cuenta que mis compañeros, antes del partido, lo miraban con ojos distintos, como de admiración..., y también a mí me pasó. Yo trataba de no mostrar mis sentimientos ni mi debilidad ante un jugador tan grande. Cuando le sacás la pelota a Messi te da un sabor distinto a si se las sacás a un burro cualquiera".
“Él se acostumbró, en los últimos 15 años, a jugar contra gente que vive sólo para demostrar que puede compartir la misma cancha. Y para eso, él también debe tener una gran fortaleza mental. Futbolísticamente no hay nada más que explicar, se acabaron las palabras. Hay otros muy buenos, como Ronaldo, que puede ser comparable desde los números, los goles y trofeos, pero después hay una cuestión de placer, y a mí me gusta ver a Messi. La única fortuna que tuvo es que jugó en el equipo más grande de los últimos 30 años, el Barcelona de Guardiola, entonces sus compañeros, sin ser tan buenos como él, eran dignos de estar a su lado", completó su análisis.
“¡Cómo le vas a decir pechofrío a Messi que tiene dos huevos así de grandes! Hay gente que tiene el coraje de decirle pechofrío a Messi detrás de una computadora, y después ni tiene los huevos de pedirle a su mujer el control de la tele para cambiar de canal. ¡Y le dicen pechofrío a uno que marcó más de 1000 goles en su vida! ¡Vamos! Nadie como él se ha acostumbrado a disfrutar del amor de la gente y también a soportar las críticas, muchas veces injustas. Él perdió dos finales de Copas América por penales, y yo soy campeón del mundo por penales... Mira, él es un pechofrío en la Argentina y yo soy un héroe junto con mis compañeros por haber ganado el Mundial del 2006... ¿Y cuál es la diferencia? 5 centímetros. No puede ser, no, me niego. Me gustaría que tengan en cuenta que muchas veces es él, el que se carga todo el equipo sobre su espalda", completó.
Con otro argentino conserva una relación muy especial. Con Burdisso, fue su compañero... y de alguna manera su jefe en Boca. "La vida también nos juntó del otro lado del mundo. En otro lugar y en otra función. Él me ayudó en todo. Cuando lo conocí fuera de Roma, del lado dirigencial, me di cuenta de que era más grande lo que lo que incluso pensaba. Es un gran amigo... Pesado como jugador, lo que acá llamamos 'martello', martilo, siempre enfocado, demasiado concentrado en el fútbol, siempre rompiendo los huevos con el fútbol..., muy profesional. Nico me decía 'venite a Boca, será un año importante, habrá elecciones'. Y yo pensaba '¿qué dice este tarado, que me importan las elecciones, si lo que yo quiero es jugar en Boca?' En Europa los jugadores ni se enteran de las elecciones en los clubes, pero allá es distinto, claro..., después me di cuenta lo que significa en un club como Boca tener elecciones".
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