Dífícil para Falcao separar la realidad actual de su pasado. Las desvergüenzas de la memoria lo hacen victima y hoy lo quieren pisotear después de haberlo convertido en el ídolo soñado
Falcao ha aprendido a sufrir porque la expectativa de su retorno goleador ha sido desplazada, cada vez que lo intenta, con decepción por su desempeño. Su renta es el gol y con él no se ha podido reconciliar.
Su temple, endurecido en la adversidad, es la fortaleza mental para buscar una enésima opción para el regreso. Irrefutable resulta su pasado de élite en el mundo de la pelota y sobre el se construyen todas las expectativas que sus admiradores tienen para verlo de nuevo triunfar, para verlo sonreír.
El destino, su destino, no es benévolo. Su escasa producción enardece los ánimos de los aficionados, que se alborotan cuando no encuentra la ruta de gol, la que recorrió pletórico cuando su fama no tenia limites.
Y qué decir de los periodistas, que vieron su trascendencia más allá de la objetividad para asegurar, en tonos demagógicos, que la Selección Colombia era “Falcao y diez mas”. Hoy piden su cabeza. Solo dos años han trascurrido entre la agitación de sus hazañas y la caída.
Sus amigos lo esperan con paciencia. Sus detractores lanzan hipótesis con imaginación perversa, afirmando que inminente es su retiro. No entienden de dramas, insensibilizan sus comentarios y agudizan sus críticas, en desconocimiento extremo de la intimidad de sus padecimientos.
Falcao no ha perdido la paciencia, el entusiasmo, ni su espíritu de combate.
Se sabe que complicado va a resultar el reencuentro con su frecuencia goleadora del pasado y con aquellas cotizaciones deslumbrantes que encarecían sus contratos, con clubes que se encandilaban con su rendimiento.
No se duda que cualquier día Falcao volverá a ser el artillero natural, el verdadero. Aquel que marcaba gol cada vez que disparaba. El 9 goleador de fina puntería, que mareaba defensas y ejecutaba porteros.
Las imágenes de sus tardes deslumbrantes, con sus estadísticas contundentes, están en la memoria y son fuentes de inspiración para el retorno esperado.
Esteban Jaramillo Osorio
Especial para Futbolred
En Twitter: @estejaramillo

Esteban Jaramillo, columnista invitado.
Foto: Archivo ETCE