Hoy Juan Guillermo Cuadrado es de los mejores laterales derechos del mundo. Si usted cree que Carvajal, Trent Alexander Arnold o Pavard son mejores, tiene sentido, pero en ese grupo hoy convive Cuadrado. Entonces la discusión es: si tenemos a uno de los principales talentos en la posición, ¿por qué nuestro técnico lo inventa en una posición que casi nunca desempeñó?
Entiendo el punto, en el mundo de las selecciones no hay tiempo de trabajar, se deben aprovechar los automatismos que traen los jugadores, intentar que cambien lo menos posible las tareas que en el campo desarrollan en sus clubes y, desde ese ángulo, tienen razón. Es inventar sacar a Cuadrado de su banda, allí donde triunfa en uno de los equipos más grandes del mundo, desplazó al banco a un brasileño como Danilo, con pasado en el Madrid y en el Manchester City, que incluso inició como titular, pero el de los rulos desordenados lo venció en franca lid.
Sin embargo, si hacemos un esfuerzo y nos ponemos en los zapatos de Queiroz, podemos encontrar alguna razón para moverlo de la posición en que triunfa el de Urabá. El portugués, ya un poco enojado con el debate, nos dijo en rueda de prensa que, si ponían a Cuadrado de arquero en la Juve, él no iba a hacer lo mismo, utilizó la exageración para defender su argumento y tiene que hacerlo porque no es fácil entender esta decisión.
Yo creo que Juan Guillermo es polifuncional, y si es arropado por el entrenador, le dan indicaciones precisas de lo que debe hacer, es rodeado con jugadores que lo entiendan, podrá jugar en cualquier posición al más alto nivel. En la Fiorentina fue nueve, extremo, enganche y lateral.
Queiroz le pide que juegue como volante, pero por dentro, lo que llaman interior. ¿Por qué lo hace el maestro luso?Pues porque no tiene jugadores para que desarrollen esa posición con altura y es europeo, y como europeo ve que esa es la forma de jugar con un volante central, dos interiores, dos extremos y un nueve para cumplir el sueño de clasificar y pelear un mundial de fútbol. Por eso saca a Cuadrado de su aparente zona de ‘confort’ y le da una tarea que por sus condiciones, ganas, humildad, obediencia humana y táctica, cree que podrá rendir. ¿Ha rendido? Sí. Ha realizado un par de juegos al alto nivel. ¿Tanto como de lateral en La Juve? No, está lejos de ese escalón de excelencia.
Usted señora o señor lector, puede estar pensando: “pues que siga jugando de lateral con Colombia y busque otro interior”. James fue un gran interior en el Madrid, primera temporada, hace rato no juega ahí además de sus pocas apariciones; Mateus Uribe, un gran jugador, pero en Selección no ha podido rendir; Lerma, grandes condiciones, pero muy lejos de estrato de Cuadrado. Y, ¿quién más? Se acaban las opciones. Ustedes dirán, pues que Queiroz cambie el esquema y su dibujo. No lo va a cambiar, lleva desde que llegó preparando este equipo y no los transformará. Si ustedes quieren que Colombia juegue a otra cosa, deberán contratar a otro entrenador.
Por eso repito, si a Cuadrado le dan confianza y le arman un entorno con un manual de funciones claro, será uno de los mejores del mundo en cualquier posición del campo que no sea necesaria la talla o la capacidad para estar chocando. Eso lo deberá demostrar, más que Juan Guillermo, Queiroz, al probarnos que el de Necoclí cuadra en cualquier posición al nivel de los mejores del planeta.