Gilberto ‘Alcatraz’ García tuvo la valentía suficiente para decir en voz alta lo que pasa en el Cúcuta Deportivo. Y conmovió que el jugador incluso entendiera que sus declaraciones en contra de quienes administran el club, pudieran costarle el puesto; pero son tantas las afugias, tanta la angustia y tanta la impotencia, que parecía mejor hacer la catarsis con el riesgo de perderlo todo. Aunque en realidad no había nada que perder, porque poco hay en el equipo. ‘Alcatraz’, indignado como si se tratara de un hincha, comentó que el club no tiene los suficientes profesionales para afrontar el campeonato y además agregó en sus frases que nadie sabe “lo que el grupo tiene que comerse día a día”.
Acolfutpro -la asociación de futbolistas- agregó más material: en su cuenta de twitter oficial escribió sobre la falta de pagos a varios jugadores del plantel profesional y hasta de un posible desalojo de algunos de sus futbolistas por cuenta del incumplimiento de las obligaciones del Cúcuta Deportivo. El manejo a la institución es de una ineptitud comprobada, porque no es la primera vez que pasa esto con Cadena.
A principio de año, los jugadores entrenaron a pesar de que había una orden expresa para que no se llevase a cabo este tipo de actividades por cuenta del covid-19 y allá en el Cúcuta hicieron caso omiso, casi como si se tratase de esclavismo en tiempos modernos. Ni hablar de cuando Cadena hizo la gestión para suspender contratos de sus futbolistas por cuenta de la crisis económica provocada por el coronavirus, misma situación que se planteó cuando los jugadores de fútbol en el país quisieron entrar en paro. Pero a la hora de cumplir, el asunto de prioridades cambia: que lo diga Javier López, quien denunció en su momento que el Cúcuta estaba cobrando el dinero de su incapacidad -se lesionó gravemente- y no se la consignaba. Tampoco su sueldo llegaba tan deprisa, hecho que ratificaron el argentino Matías Pérez García y Bréiner García. Flavio Torres fue otro que se instaló en las oficinas para ver si por fin podía cobrar lo adeudado; Guillermo Sanguinetti tuvo que acudir a FIFA para poder recibir algo del dinero que merecía tener por cuenta de su trabajo...
Hubo otro valiente, igual que ‘Alcatraz’: Carmelo Valencia, que, hastiado de los incumplimientos, y denunciando que en el rojinegro se recurre a la doble contratación, recurrió a los abogados para que se le pagara lo adeudado. “Las deudas las tiene el Cúcuta Deportivo, no José Augusto Cadena” fue la frase usada por el máximo dirigente, devenido en mínimo mercachifle, para lavarse las manos.
Muchas pifias alrededor de una administración errática desde siempre, pero también predecible: escenarios similares vividos en Patriotas y Bucaramanga no hacían pensar que José Augusto Cadena iba a cambiar, a menos que algún estamento decida por fin, poner un tatequieto frente a todo ese caos, generado por uno de los peores dirigentes de todos los tiempos.