En la jornada 30 de La Liga, Barcelona y Sevilla igualaron a cero en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Por otro lado, Messi pasó en blanco y aplazó su gol 700 para el duelo frente al Athletic Bilbao.
Con el empate, el conjunto blaugrana quedó a merced de lo que ocurra entre Real Madrid y Real Sociedad. Si los madrileños ganan, serán líderes del torneo por gol diferencia.
El primer tiempo en el Ramón Sánchez Pizjuán fue completamente gris. Aunque Barcelona tuvo siempre la iniciativa, no pudo encontrar el resquicio para vulnerar la portería rival.
Por su parte, los sevillistas priorizaron el juego defensivo, juntando dos líneas de cuatro dejando arriba en soledad a De Jong y Ocampos.
Suárez, en su regresó tras superar una fuerte lesión, tuvo la primera con un remate lejano a los dos minutos. El conjunto local respondió a los 10' con un derechazo de Koundé que pasó apenas desviado del arco rival.
La opción más clara de la primera mitad llegó a los 22 minutos. Messi se hizo cargo de un tiro libre cercano al arco local, motivo por el que, además de la barrera, un jugador se acostó para evitar un remate a ras de césped y otro se ubicó en el palo. Finalmente allí fue el remate del argentino y Koundé evitó la anotación 700 del argentino.
En adelante, el partido cayó en un bache con pocas opciones de gol. Lo único destacado fue un cruce entre Messi y Diego Carlos, en el que debió ser amonestado el jugador blaugrana.
La segunda parte inició con un Sevilla completamente diferente: volcado en ataque, presionando y generando peligro en el arco rival. Al minuto 54, Ocampos aprovechó una avivada de Jesús Navas y con un derechazo a quemarropa por poco abre el marcador. Tres minutos hizo lo propio Munir en una galopada tras una contra, pero nuevamente se interpuso Ter Stegen.
El aire se le fue acabando a los dos equipos y el partido se tornó mucho más físico.
Messi revivió las emociones con un tiro libre que fue despejado por el golero Vaclík y a los 82 Ocampos ganó en velocidad, nuevamente un contragolpe, pero llegó sin aire al área y su disparo fue controlado tranquilamente por Ter Stegen.
Sobre el final llegaron las más claras de ambos equipos. Por un lado, Alba envió un centro a media altura y Suárez por poco anota con un zurdazo que se fue apenas afuera. Al 90+1, Reguilón agarró un balón a la altura del punto penal y definió con su pierna menos hábil, pero el balón no salió con fuerza y el arquero del Barcelona controló todo.
Al final sería empate a cero entre Sevilla y Barcelona.