Le dicen Gokú y él sabe que tiene mucho de super héroe, mirando hacia atrás por el difícil camino que ha tenido que recorrer hasta la inolvidable cita de París 2024.
Yeison López le dio al país la segunda medalla en los Juegos Olímpicos 2024, una presea de plata en la categoría de los 89 kilogramos.
El niño que tuvo que salir de Istmina (Chocó) junto con su hermano pro amenazas a su familia en el conflicto entre paramilitares y guerrilleros, que debió radicarse en Cali con una tía y vender dulces en las calles para ayudar con los gastos, que con 13 años llegó por primera vez a un gimnasio de pesas de la mano de un familiar, ahora mira hacia atrás y sabe que cada día, cada obstáculo, cada instante valen la pena por el instante que ha vivido en París.
Historia de éxito
López fue campeón mundial júnior en el 2016 y luego ganó tres oros en el certamen del 2017 en Malasia, pero en esa ocasión en los 77 kilos.
El pesista dio positivo con boldenona tras la cita orbital de Miami 2017 y fue suspendido por cuatro años. Pero no renunció, participó incluso en un reality, Desafío Súper Humanos 2018, en medio de ese duro castigo y luego volvió por la revancha en Tailandia, Copa Mundo en la que, en abril pasado, logró el récord mundial en el arranque de los 89 kilos, luego de alzar la palanqueta con 182 kilogramos.
"Quiero aportar una medalla, porque significará mucho para mi familia. Tengo que comprar una casa propia, comprarle una a mi mamá, no pagar arriendo, que vivan tranquilos mis padres y mis hermanos", decía antes de la cita olímpica. Misión cumplida, Gokú.
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