Millonarios se metió en la gran final de la Liga BetPlay Dimayor, luego de ganarle a Junior por dos a cero, en un duelo plagado por las variantes desde la estrategia y la posición del conjunto. Pero el valor agregado de los de Gamero empieza a partir de un hombre, Fernando Uribe. Conectado desde el arranque, no solo por sus goles, sino para ser el encargado de arrancar la presión media que intentó el onceno bogotano.
El primero de penal, pero, en el segundo, es uno de esos delanteros que juega a espaldas del rival, moviéndose para luego dejar sembrado a los defensores, como ocurrió con Mera y Ditta en varias ocasiones. Pero la labor de los azules va más allá de la efectividad, factor fundamental, teniendo en cuenta que de entrada, empezó a apretar al elenco de Amaranto.
Fue un Millonarios antes y después de la expulsión de Breiner Paz, pues el apretón al rival dejó sin reacción a un Junior que llegaba hasta la tercera zona del campo, pero sin mayor profundidad. Luego de la revisión del VAR, Steven Vega pasó a ser central junto a Murillo, siendo el director de la orquesta engranada que hizo Gamero en la mitad y en la defensa, cerrándose, cortándole las opciones de pase a un Junior que acudió al pelotazo, viéndose ahogado en las jugadas en profundidad.
El ‘jefe’ estuvo a la altura, siendo el jugador que llegaba a hacer el 2 a 1 con el rival, anulando por completo a Cetré, Carmelo y cortando la única via de ataque que tuvo Junior para el segundo tiempo, la banda de Hinestroza. Pero la labor también se enaltece por las bandas, siendo Perlaza y Bertel los encargados de la labor defensiva, pero con el relevo de Arango, por izquierda, Emerson y Jader por derecha.
En el caso del atacante, siempre impidió que Viafara, en el primer tiempo, Piedrahita, en el complemento, se fueran adelante. La composición que tuvo en el 4-5-1 marcado, pero con la virtud de no meterse en el área, siendo factores fundamentales para no dejar circular la pelota y la idea que intentaba implantar Amaranto.
Desde el conjunto se construye todo, pero los niveles individuales que tuvo Millonarios dieron su aporte, en lo mínimo y lo complejo, para la elaboración de una unidad. Uno de ellos fue Christian Vargas, fundamental en las atajadas a Hinestroza, siempre seguro para salir a cortar los balones que llegaban desde la banda.
Juan Camilo García y David Silva buscaron siempre mantener el orden, con el respaldo de sus compañeros no dejaron nunca que Junior rematara por la mitad, ni filtrara una sola pelota.
Niveles preponderantes, se destacan los goles de Uribe, doblete y a la final, pero, la consecución del objetivo que logó Millonarios va más allá de un punto individual, fue el trabajo en equipo que impulsó y le dio más valor al aporte de todos los hombres que alineó Gamero.
Sergio Cortés
@Seracoca_95