Este fin de semana Catalina Usme dio una gran lección de pertenencia con el América de Cali femenino que despertó elogiosos comentarios en el país. La volante antioqueña disputó el viernes, después de las 8:30 de la noche, la final de los Juegos Panamericanos de Lima con Colombia frente a Argentina. El partido se fue a extra tiempo después del 1-1 y luego a los cobros desde el punto penal –en los que ella empezó la cuenta y que ganó nuestro combinado 7-6–, lo que provocó que terminara muy cerca de la medianoche.
“Nos fuimos a penales, sabía que hasta el final teníamos que pelear todas juntas y no me iba a ir sin hacerlo, pero llegamos a una tanda bastante larga, que ni en los cinco primeros cobros los resolvimos, pero dije, si me lo pierdo, me lo pierdo, ya estoy acá y lo primero es la medalla de oro”, señaló este mediodía en diálogo con el programa El Corrillo de Mao, en Cali.
Con todos los detalles que rodearon la gesta colombiana en Lima, explicó que “tenía muy claro que debía terminar bien lo que había empezado allá, era una final y cualquier cosa podía pasar, podíamos resolver en los 90 minutos, en el extra tiempo o en los penales, y sabía que si nos íbamos a penales el tiempo era bien reducido. Había un vuelo de la 1:00 de la mañana y lo compré, dije ‘si me da para llegar, maravilloso, o si no, hice todo lo posible y hasta lo imposible para llegar, si ganamos la medalla de oro no importa, que alguien que me la reclame otra, nunca pensé que íbamos a perder’. Para nosotras la medalla de plata era un fracaso, porque ya la habíamos logrado en Canadá 2015 y bajo ninguna instancia estuvo en nuestros planes, siempre en las conversaciones grupales sabíamos que íbamos por la de oro”.
De igual forma, se refirió a la maratón que vivió para estar en el clásico vallecaucano. “El partido inició, nos pusimos arriba en el marcador, nos empataron, el juego se cerró, nos fuimos a extra tiempo, pero nunca pensé en que tenía que irme, nos fuimos a penales en unos cobros larguísimos, sabía que teníamos que pelear juntas, para mí lo primera era la medalla de oro”., señaló Usme.
No obstante, ella había llevado su maleta al escenario y salió presurosa del estadio, donde la esperaba un Uber, al punto que no salió en las fotos de la celebración con sus compañeras de la Selección. “Terminamos la tanda de penales, en medio de la euforia de todas por un segundo perdí el hilo de que debía viajar y la doctora me dijo ‘Cata, son las 11’, entonces pensé en que me iba a dejar el avión, la verdad no pude festejar, me duché rápido, me organicé y salí a coger el auto que me llevara al aeropuerto”.
Y prosigue su relato: “El vuelo de Lima salió a la 1:30 a.m. para llegar a Bogotá a las 4:30 a.m. y a las 7:00 a.m. tomar el avión a Cali, llegando una hora después directo al hotel de concentración. Me levanté al mediodía, almorcé y de allí para el Pascual Guerrero”.
Aunque muchos pensarían que todo estaba hablado con el técnico del equipo escarlata, su hermano Andrés, para que ella fuera suplente, la futbolista señaló que “Yo quería jugarlo todo, incluso le dice al entrenador, arránquelo y vamos a ver, pero luego le comenté: ‘hermano, meteme, ya me habían hecho las pruebas y había llegado bien, obviamente con cansancio, pero bien”. Faltaban 23 minutos cuando ingresé y pudimos sacar los tres puntos”.
Afirma que para celebrar en la Selección no hay algo especial, puede ser “con una champaña, una cervecita entre todas o ir a comer”.
Al mismo tiempo, Catalina aseveró que “el cobro de los penales no es suerte, ya que así como se ensaya para atajarlos o preparar una jugada defensiva u ofensiva, lo mismo se trabajan los penales; nosotros lo hicimos y sabíamos incluso el orden de las cobradoras, y creo que durante el cobro nunca me había sentido tan tranquila yendo desde la mitad de la cancha hacia el punto penal, con la certeza absoluta que íbamos a ganar. Siempre después de los entrenos me quedo entrenando los penales y los tiros libres, mirando la posición de la arquera, la práctica hace al maestro”.
También habló de ese sentido de pertenencia por la causa roja: “Siempre me ha caracterizado que amo demasiado lo que hago, para mí la felicidad más grande es estar en una cancha y desde que llegué acá estoy muy comprometida con el proyecto del América, desde antes de viajar a Panamericanos había hablado con el técnico y con la presidenta que cumplía con la Selección y me devolvía a jugar el clásico, más teniendo presente que habíamos empatado ante Atlético y se hacía necesaria la victoria contra el Cali”.
Finalmente, confesó que con los encargados de la Selección todo estaba conversado para su presencia al día siguiente en el Pascual Guerrero: “Cuando terminó el partido de la semifinal me senté con el delegado, que era el señor Pastrana, y el profesor Nelson Abadía y les dije que yo cumplía con mi trabajo en la final pero solo les pedía que me dejaran a ir a jugar con el América, hicimos todo con las normas y pude llegar”. Lo más satisfactorio para ella es que su equipo ganó 3-2 el clásico y sigue líder en su grupo con la primera opción de avanzar a la siguiente ronda de la Liga Femenina 2019.
Marco Antonio Garcés
Corresponsal Futbolred Cali
En twitter: @marquitosgarces