Robinho podría estar pasando sus últimas horas en libertad tras ser condenado por un delito de agresión sexual.
La fiscalía de Milán solicitó este martes la extradición del exjugador brasileño, condenado a 9 años de cárcel por el Tribunal Supremo italiano por abusar, con un amigo y otros individuos, de una mujer de 23 años en una discoteca.
Los fiscales la petición contra Robinho y su amigo Riccardo Falco al Ministerio de Justicia italiano, que hará las notificaciones a las autoridades brasileñas, aunque es poco probable que no sean extraditados pues la Constitución brasileña no lo permite. Los otros agresores no pudieron ser identificados ni localizados.
Lo que sí está al alcance es la emisión de una orden de arresto internacional que haría que el exjugador sea arrestado si saliera de su país y fuera localizado en cualquier otro que sí tenga un acuerdo de extradición con Italia.
El pasado 19 de enero, el Supremo italiano confirmó la condena, tras rechazar el recurso presentado por sus abogados, que defendieron al futbolista al asegurar que la víctima tuvo relaciones sexuales voluntarias con el brasileño. Fueron determinantes las llamadas telefónicas interceptadas en las que Robinho aseguraba: "Me da risa porque no me interesa, la mujer estaba borracha, ni sabe lo que pasó".
La condena había sido confirmada previamente en 2020 por la Corte de Apelación de Milán, que consideró que el jugador "humilló brutalmente" a la víctima y desvió voluntariamente las investigaciones.
Robinho fue puesto en libertad bajo fianza y permanece en Brasil, confiado en que desde allí no será extraditado.
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