Ángel Di María y Marquinhos, o más bien las familias de ambos, vivieron momentos de pánico tras ser víctimas de robos en sus lujosas residencias.
En el caso del argentino, el diario L'Equipe reveló que, aunque la esposa del jugador, Jorgelina, estuvo muy alterada, ni ella ni su familia notaron la presencia de ladrones en su residencia en París.
Dice la fuente que, aunque estaban ella y sus dos hijas en casa, nunca se cruzaron con los delincuentes y solo notaron el robo cuando se habían ido. Pero su pánico fue por lo que la familia vivió en Manchester, en 2015, cuando fueron retenidos por los ladrones, quienes huyeron cuando se activaron las alarmas.
Según contó L’Equipe, el grupo que asaltó la residencia, ubicada en la zona de Neuilly-sur-Seine, ingresó por la planta superior, vació una pequeña caja fuerte que contenía joyas y relojes valorados en unos 500 mil euros, y huyó.
Distinto fue el caso de los padres y hermanas de Marquinhos, quienes fueron intimidados por los ladrones, el padre incluso habría recibido un fuerte golpe en el abdomen, mientras que los demás recibieron insultos y malos tratos. Los asaltantes se llevaron objetos de lujo, como joyas y bolsos.
En vista de estos acontecimientos, que se suman a los robos que en el pasado sufrieron Sergio Rico y Mauro Icardi, a finales de enero, ha hecho que el club disponga de vigilantes en las residencias de los jugadores , con uno o dos agentes asignados a cada vivienda las 24 horas, según la fuente.
