Iván Mauricio Arboleda está cada vez más lejos de resolver su futuro, a días del cierre del mercado europeo y enfrascado en un pleito jurídico con el Rayo Vallecano de España, dueño de sus derechos deportivos.
El lío tiene, como todo, dos versiones: el jugador asegura el club español lo engañó: "al llegar me di cuenta de que los números del contrato no eran los acordados, así fue, entonces que decidí buscar otro club para poder competir y el Rayo Vallecano acordó con Newell's. Fui obligado a desistir de cierto dinero para llegar a Newell's", dijo en un comunicado.
El arquero relató su periplo así: "lastimosamente no cobré lo pactado entre los clubes y solo recibía un 20% de Newell's para mi manutención en Argentina durante esos seis meses y en la cual me vi obligado, después de la gira con la Selección Colombia, a pedirle permiso a el presidente de Newell's e ir al Rayo Vallecano a reclamar mi salario, como me correspondía. No tuve ninguna respuesta y volví a Argentina a cumplir con mi contrato hasta el día 30 de junio del presente año".
Y entonces vino, según él, lo peor: "Al volver a Madrid los dirigentes del Rayo Vallecano me trataron como si fuera un delincuente, me faltaron al respeto y llevo casi dos meses viviendo de mis ahorros. No tuve otra salida que solicitar quedar libre para poder seguir ejerciendo mi profesión deportiva".
Sin embargo, la otra parte tiene su propia versión: "El Rayo Vallecano de Madrid, S.A.D, niega categóricamente las alegaciones vertidas por el jugador Iván Mauricio Arboleda en su comunicado de fecha 26 de agosto de 2022 y rechaza frontalmente la terminación contractual instada con fecha 22 de agosto de 2022", aludiendo a la demanda que interpuso el colombiano ante la FIFA para ser jugador libre y buscar un nuevo club.
Y pasó directamente a la amenaza: "El Club ha solicitado al Sr. Arboleda que reconsidere su resolución contractual injustificada y dé cabal cumplimiento a sus obligaciones contractuales con el Club. No obstante, de persistir en su incumplimiento, deberá hacer frente a las sanciones deportivas y al pago de las indemnizaciones pactadas en todos y cada uno de los contratos tanto con Club Atlético Newell's Old Boys como con esta entidad, incluyendo el abono de la cláusula de rescisión dispuesta en su contrato laboral", advirtió. Es decir, para el club, donde también actúa Falcao, no solo no hay deuda con Arboleada sino que es él quien debería pagarle por los incumplimientos.
"El Club ha puesto en mano de sus servicios jurídicos el presente caso y, en consecuencia, no hará más comentarios. Todos los derechos del Rayo Vallecano de Madrid, S.A.D, frente al jugador y frente a cualquier tercero que contrate con el citado deportista profesional, quedan expresamente reservados", añadió, dejando claro que el club que quiera rescatar al arquero terminará en un nuevo pleito.
En medio del cruce de acusaciones y advertencias, es el futbolista el gran perjudicado pues no tiene manera de jugar hasta que el caso siga su curso en la FIFA o ambas partes llegue a algún acuerdo, lo que podría tardar meses.