Hay una alerta y una obligación: Dávinson Sánchez está con la presión de recuperarse a tiempo para la disputa de un título, pero corre el riesgo de volver a lesionarse y causar un daño peor.
¿Por qué tanta prisa? Es que este viernes 29 de diciembre, Galatasaray y Fenerbahce se enfrentarán por la Supercopa de Turquía en territorio árabe y lo necesitan, pero en realidad no debería ser así si el calendario fuera un poco más sensato.
Para el técnico Okan Buruk es un "despropósito" jugar en esta fecha y recargar el calendario, que de por sí es muy demandante para los clubes que más partidos disputan en la temporada.
En el caso específico de Sánchez, vale decir que el pasado 27 de noviembre sufrió una distensión de segundo grado en los isquiotibiales de la pierna izquierda, lesión que le daba un mes de incapacidad, pero cuando se apresuró a regresar, con el alta médica de Galatasaray, en solo 15 días, se resintió contra Copenhagen y de nuevo acabó en la enfermería.
"En realidad, lo dijimos entonces. Entonces esta programación de este partido es muy ridículo. En primer lugar, dos derbis seguidos es ridículo. En segundo lugar, es ridículo que los dos equipos más desgastados de la liga jueguen un partido más el 29 de diciembre, en el que descansarán", dijo el DT.
Su problema es que Victor Nelsson, el reemplazo del colombiano, no da las mismas garantías y por eso el partido de Supercopa, justo ahora, lo mortifica. Lamentablemente, ya no hay nada que hacer. Habrá que jugar como se pueda.