China fue anoche humillantemente eliminada en el torneo preolímpico para Londres 2012 por la a priori inferior selección de Omán, aunque en esta ocasión la prensa ha atribuido el desastre a la pésima labor del árbitro iraní, Mohsen Torky, que anuló un gol chino en el último minuto del tiempo reglamentario.
"Los errores del colegiado rompen los sueños chinos", tituló el oficial "China Daily", mientras el portal de noticias destacaba que "la selección olímpica fue robada", entre otras condenas a la labor arbitral.
En un partido agónico disputado en Mascate, la capital omaní, los chinos tenían que remontar el 0-1 adverso del encuentro de ida, y sus esperanzas aumentaron cuando Wu Xi marcó un tanto en el minuto 69.
El drama se precipitó a partir de ahí, ya que poco después China quedaba con 10 jugadores sobre el campo, por la expulsión de Cao Yunding, pese a lo cual su compañero Lei Tenglong logró llevar el balón a la red en los últimos minutos del encuentro.
El colegiado Mohsen Torky anuló el gol, pese a las airadas protestas de los jugadores chinos y de su técnico, el bosnio Miroslav Blazevic, que fue expulsado junto a su cuerpo técnico.
Al igualarse el marcador de la ida se disputó una prórroga en la que los jugadores chinos, desquiciados por lo ocurrido, recibieron tres goles, por lo que Omán pasa a la siguiente fase en el clasificatorio.
Prensa y aficionados, habitualmente críticos con los pobres resultados del fútbol nacional en comparación con el ascenso chino en otros deportes, se han mostrado en esta ocasión decepcionados con la labor arbitral, que deja a China una vez más fuera de un torneo internacional de naciones.
EFE
