La última victoria de Real Santander en la gramilla sintética del estadio Alfonso López de Bucaramanga se dio el pasado 20 de febrero, es decir, hace más de dos meses. Ese día, en desarrollo de la tercera fecha del Torneo Postobón 2010, los dirigidos por Johan Meza vencieron por la mínima diferencia al Pasto, con anotación de Sergio Romero. Luego vinieron los empates con La Sabana (1-1), Rionegro (0-0) y Expreso Rojo (0-0), que tan preocupados tienen a los hinchas 'albos'.
Es que, producto de esos puntos perdidos en casa, Real Santander se desplomó en la clasificación y ahora ocupa la octava casilla, con 18 unidades (50,0 por ciento de rendimiento). Visto de otra manera, si el elenco santandereano hubiera ganado esos partidos, como corresponde, hoy tendría 24 puntos y sería el líder del certamen. Por eso, la misión principal para el partido de este sábado no es otra que aprovecharse del mal momento de Bogotá y obtener el triunfo no solo para mantenerse entre los ocho mejores, sino también para ganar algunas casillas.
Agobiado por las lesiones y las suspensiones, el técnico Meza ha tenido que rebuscársela para armar la nómina en las últimas jornadas. En esta ocasión, para su fortuna, no hay jugadores inhabilitados por indisciplina y, entonces, hay un problema menos por resolver. El que preocupa ahora es el de la producción futbolística, especialmente en ataque, que se ha convertido en un obstáculo insalvable en sus más recientes salidas como local.
La verdad es que a Real Santander le está costando general fútbol ofensivo y definir a su favor las opciones creadas en área rival. Por eso, el equipo cae en el desespero a medida que transcurren los minutos y se vuelve presa fácil de la estrategia defensiva de sus contendores. De hecho, el único conjunto que ha marcado menos goles que los santandereanos en casa es Barranquilla, que solo anotó 3 en el estadio Romelio Martínez (los 'albos', 5).
Bogotá, por su parte, viene en medio de la peor racha del último año y medio: cuatro derrotas en serie, dos como local. En los últimos siete partidos, el grupo de Oswaldo Durán solo anotó dos goles y perdió cinco veces, lo que lo llevó a caer del segundo puesto al duodécimo que actualmente ocupa. Y los dolores de cabeza para el técnico capitalino no terminan, porque el equipo no muestra mejoría, se quedó sin delanteros (Orlando Ballesteros rescindió su contrato y Harry Castillo está suspendido por lo que resta del torneo) y las alternativas empleadas hasta ahora no dieron resultado.
En medio de todos esos inconvenientes, los 'leones' perdieron la seguridad defensiva, que fue uno de los pilares de la buena campaña realizada en las primeras cinco fechas. Ahora, su zaga es muy permeable, producto de esa inseguridad que se genera por las derrotas consecutivas. Hace mes y medio Bogotá era líder, pero ahora está más cerca de la cola (a 3 puntos) que del octavo puesto (a 4). Y no se vislumbra una solución para sus problemas, porque el equipo no responde a los correctivos aplicados por el técnico.
A su manera, cada uno tiene sus necesidades. Real Santander, la de acabar con la 'empatitis' en casa para consolidarse en el grupo de los ocho mejores. Bogotá, la de ganar para salir de esta crisis tan terrible que lo mandó a una incómoda posición.
Carlos E. González
Corresponsal Futbolred.com
Bogotá