No ha sido, sin duda, un buen comienzo de campaña el de estos dos equipos, ex inquilinos de la Primera División y llamados a ser protagonistas del Torneo Postobón 2010.
Inesperadamente, comparten el último lugar de las posiciones, sin puntos, con dos derrotas en serie y, lo peor, con una pobre imagen futbolística. Por eso, el partido de este domingo en el estadio Eduardo Santos es la oportunidad para revertir esa tendencia, abandonar el sótano y, por fin, cantar la primera victoria.
El cuadro samario, que mantuvo la base de la nómina del año pasado y que le dio su respaldo al cuerpo técnico encabezado por Carlos Silva, no pudo sumar en sus dos primeras visitas de la campaña.
En el estreno, cayó por la mínima diferencia con Valledupar, cuadro que ya lo había vencido en la pretemporada. Luego, a pesar de realizar un buen partido, sucumbió 1-2 en Itagüí. Ahora, en casa, no hay alternativa diferente a la del triunfo, so pena de que el color de la alarma pase de amarillo a anaranjado.
La preocupación de los hinchas samarios, que ya están cansados de ver a su equipo en la B y quieren que regrese rápidamente a su escenario natural, el de la A, es que no se suma de visitante.
Y esa era una de las virtudes del 'ciclón', un rival muy difícil de vencer en predio ajeno. A pesar de que se crearon opciones de gol tanto en Valledupar como en Itagüí, los samarios apenas pudieron celebrar un tanto en 180 minutos, mientras que su defensa demostró ser permeable, al encajar tres.
Quizás al regresar a su estadio, sentir el golpe de la brisa que llega desde la bahía, escuchar el ruidoso respaldo de su fanaticada y respirar el aire caliente les sirva a los samarios para retomar la senda de los triunfos.
Es que, contando la de la última jornada de los cuadrangulares del año pasado, ya son tres las derrotas en fila y, por eso, la gente comienza a sentir preocupación.
Una sensación que no es ajena a su rival de turno. Porque si por Santa Marta llueve, por Villavicencio no escampa. El cuadro dirigido por Eduardo 'El Abuelo' Cruz sufrió un éxodo que, por lo visto en estos primeros 180 minutos de juego, lo mermó demasiado. Del elenco llanero se fueron varios de los pilares de la buena campaña del último semestre y los refuerzos, por ahora, no dan la talla.
Centauros perdió 1-3 con Real Santander en el estreno y el pasado fin de semana cayó por 1-2 en su casa, con Atlético La Sabana.
Sobre el papel, están llamados a pelear por los puestos de privilegio, pero por ahora están condenados al último puesto. El problema es que una tercera derrota en serie desatará los vientos de crisis, así faltan todavía muchas fechas por disputar.
Esa es la ley de los equipos llamados 'grandes', que no resisten una mala racha y, menos, el último puesto. Es, sin duda, el partido de los sustos.
