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A Bogotá se le nublaron las ideas y empató 1-1 con Real Santander
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A Bogotá se le nublaron las ideas y empató 1-1 con Real Santander

El conjunto capitalino no pudo conseguir la tercera victoria del torneo en casa, mientras que el visitante conservó el invicto y mantuvo la buena tónica exhibida en este torneo.

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26 de julio 2009 , 08:48 a. m.

Bogotá FC salía con la necesidad de alcanzar un triunfo que le permitiera recuperar el terreno cedido a mitad de semana, cuando en los últimos minutos Deportes Palmira le volteó el marcador y lo derrotó 2-1.

Sin embargo, se estrelló contra sus propias limitaciones y el buen trabajo defensivo del Real Santander, que no cesa de sorprender en esta Copa Premier II. Al final, el 1-1 hizo justicia por lo que ambos equipos hicieron en el gramado del estadio Alfonso López Pumarejo, de la Universidad Nacional.

Le costó trabajo, y mucho, al local, que esta vez no tuvo la dinámica ni el juego colectivo ni el desborde por las puntas, argumentos vitales para las conquistas previas sobre Bucaramanga (2-0) y Dépor Aguablanca (3-1).

El creativo David Silva jugó el más discreto partido del torneo en casa, Wilder Guisao no tuvo la chispa de otras tardes, Óscar Méndez estuvo peleado con el balón y Raúl Pinilla y Javier Cuero entraron y no se notaron. Ellos, que habían sido los grandes protagonistas en partidos anteriores, no consiguieron sintonizar los circuitos ofensivos.

El primer tiempo fue flojo, con muy pocas llegadas a los pórticos y, por eso, los arqueros Andrés Mosquera, del local, y Jony Yepes, del visitante, fueron otros espectadores.

El exceso de transporte de balón por parte de los pupilos de Oswaldo Durán, que vio el partido desde la tribuna tras haber sido expulsado el miércoles en Palmira, facilitó la labor de marca del conjunto de Floridablanca. Real Santander no se metió atrás, aunque tampoco fue ambicioso en ataque, pero pobló el mediocampo y ahogó a los 'leones' capitalinos.

En los últimos segundos del primer tiempo se produjo la única jugada de riesgo, sobre el arco visitante. En la única vez que Bogotá FC desbordó por derecha el centro fue capitalizado por Méndez, pero su remate salió ligeramente desviado. Muy poco para una primera parte que prometía algo más entre dos equipos de buen rendimiento en jornadas anteriores.

Por el contrario, las mayores emociones del partido se dieron en el arranque del período complementario. A los 2 minutos, el árbitro risaraldense Óscar Orejuela pitó penalti cuando el morocho Aníbal Mosquera trató de meterse entre dos zagueros rivales y cayó dentro del área. Daba la impresión de que había sido imprudencia del atacante, pero el central pensó algo distinto. El cobro lo ejecutó el arquero Yepes, por el medio del arco, para convertir su segundo gol del torneo.

La reacción de Bogotá fue inmediata y la alegría del visitante apenas duró 120 segundos, porque al minuto 4 Raúl Pinilla capitalizó un error de la defensa, que no pudo evacuar un centro desde la derecha, tomó el rebote y de remate seco, al palo derecho, venció la resistencia de Yepes.

En los siguientes 10 minutos, el cuadro de casa gozó de otras dos oportunidades para desequilibrar la pizarra, pero sus delanteros no pudieron acertar.

Bogotá mejoró en la parte complementaria, pero no tanto como para alcanzar la victoria. El error fue que la gran mayoría de las veces se atacó por el centro, donde la marca del visitante se había más cerrada, por la cantidad de hombres acumulados. Le sobraron ganas al local, pero le faltaron claridad y tranquilidad.

Lo intentó también con pelota quieta, pero esa alternativa tampoco funcionó. El técnico Durán puso toda la carne en el asador con el ingreso de Harry Castillo, que no fue solución porque fue a meterse en medio de los zagueros centrales rivales, corpulentos ellos, donde perdió repetidamente.

Al término del partido, Bogotá FC ingresó al camerino en silencio, con la tristeza a cuestas. No se había conseguido el resultado esperado y, mejor aún, los jugadores sabían que no se había jugado bien.

Mientras, de la mano del empuje del arquero Yepes, Real Santander celebraba el empate como si hubiera sido una victoria. Los contrastes de una tarde en la que al local se le nublaron las ideas y en la que el visitante encontró un premio a su disciplina y esfuerzo físico.

Carlos Eduardo González
Especial para FUTBOLRED

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