"Todavía no hemos ganado. Alguna vez tocará perder. Hay que saber ganar y también saber perder. Cuando toque perder lo sabremos hacer", afirmó el técnico.
España sumó su 15ª victoria consecutiva al batir el sábado a Sudáfrica en Bloemfontein por 2-0, superando los 14 encuentros de Brasil, Francia y Australia, e igualó la marca de 35 partidos que alcanzó Brasil entre 1993 y 1996.
Si España vence el miércoles su partido de semifinales en Bloemfontein se quedará también con el récord de partidos invicto en solitario, con 36.
Del Bosque, que ganó la Liga de Campeones con el Real Madrid en 2000 y 2002, afirma que cuando llegó ya estaba formado un buen equipo, por lo que la tarea fue más sencilla para él.
"Teníamos mucho andado cuando yo llegué. Ya estaba el camino marcado. Ha sido más fácil que cuando tomas algo roto o que hay que rehacer", dijo el seleccionador, tras ganar a Sudáfrica.
El técnico piensa que esta generación de jugadores se merece todos los records, premios y honores que está cosechando, pero afirma que hubo otras de la selección española que también se lo merecieron.
"Creo que ha habido generaciones muy buenas, pero se ha dado la circunstancia de que ésta ganó una Eurocopa, en 2008, después de 44 años sin ganar nada. Pero ha habido generaciones de futbolistas a las que a mí no me gustaría menospreciar", indicó.
A esta España de 2008 y 2009 se la está comparando con la de Brasil de 1970, pero el seleccionador prefiere no llegar tan lejos.
"No sé si se puede comparar. La única verdad en este momento es que es un buen equipo, equiparable a las potencias actuales", señaló. Del Bosque prefiere sólo hablar de las virtudes de este equipo y no de los defectos.
"No sé si tiene defectos, pero si los tuviera, por supuesto que no los díría", afirmó el técnico.
Cuando Del Bosque asumió el puesto de seleccionador, España llevaba dos partidos seguidos ganados, la semifinal y la final de la Eurocopa-2008, contra Rusia (3-0) y Alemania (1-0), por lo que el entrenador castellano cuenta por victorias sus 13 partidos al frente del equipo.
BLOEMFONTEIN, Sudáfrica
AFP