La decisión se conoció tras la polémica abierta entre el club River Plate, dueño del Monumental, y el seleccionador albiceleste, Diego Maradona, por el estado del campo de juego y las instalaciones donde Argentina juega de local.
"Sí, lo que se pidió (a la Fifa) fue la cancha de Rosario Central. En estos momentos está en las mejores condiciones de infraestructura", confirmó el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona.
Maradona se había quejado con amargura del estado del césped del Monumental antes del partido que su equipo le ganó a Colombia (1-0) el 6 de junio pasado y lo había calificado de "una verguenza, un 'potrero' (pedazo de tierra improvisado como cancha) y un 'picadero' (donde se adiestran los caballos)".
"No cabe duda que se pierde plata (si se cambia el escenario por uno más pequeño), pero los puntos que necesitamos (para la clasificación) valen mucho mas que lo económico", dijo el veterano dirigente, recién reelegido como uno de los vicepresidentes de la Fifa.
En reacción a las declaraciones de Maradona, River elevó a la AFA esta semana una carta de protesta considerándolas "insolentes y desmedidas".
"Yo no puedo decir si se puede o no jugar (en River). El error fue no tener una alternativa. Si el río (de la Plata) sube, se inunda (el Monumental) y, entonces, ¿dónde jugamos?. Tenemos que tener una alternativa", afirmó Grondona.
Argentina se jugará en setiembre buena parte de su suerte, necesitada imperiosamente de sumar puntos, al medirse con el líder Brasil (27) por la decimoquinta fecha.
Detrás de los brasileños se ubican Chile (26), Paraguay (24), Argentina (22), Ecuador (20), Uruguay (18), Colombia (17), Venezuela (17), Bolivia (12) y Perú (7).
Buenos Aires
AFP