En una reunión en Maputo, once países que utilizan infraestructuras energéticas comunes aceptaron reducir su consumo durante el Mundial, para intentar evitar que Sudáfrica sufra cortes de luz u otros problemas de suministro, como ya ocurrió en enero del año pasado.
Los países vecinos animarán a sus industrias a bajar el ritmo de su actividad en las noches de partido, apoyarán el ahorro de energía y llevarán al máximo la producción de sus centrales generadoras durante la competición.
"Estamos contentos del nivel de cooperación del que hacen prueba nuestros homólogos (...). Esto confirma que el Mundial de fútbol de 2010 es realmente un evento africano", declaró en un comunicado Johnny Dladla, responsable del grupo 'Projet 2010' en Eskom.
Además de Sudáfrica, la zona energética común comprende a Angola, Botsuana, la República Democrática del Congo, Malawi, Mozambique, Namibia, Suazilandia, Zambia y Zimbabue.
AFP