El equipo del suroeste de Francia logró por tercera vez en su historia este título (los anteriores en 2002 y 2007), igualando el récord del París Saint Germain (3).
Todos los goles fueron marcados en el primer tiempo. Abrió el tanteador el brasileño Wendel de manera tempranera (3), lo siguió poco después el defensa Marc Planus (10), enseguida Yoan Gouffran (12), y el cuarto y definitivo lo logró Yoann Gourcuff casi sobre el final de la primera parte (40).
El encuentro se disputó en el moderno Stade de France, que en 2008 cumplió 10 años, al que asistieron casi 76.000 espectadores.
Esta final duró apenas un cuarto de hora, precisamente el tiempo durante el cual habían dicho los jugadores del Vannes había que meterse en el partido para intentar no caer derrotados. Pero, tres goles en apenas diez minutos tradujeron las diferencias que habían en el campo de juego.
Los Girondinos salieron a liquidar el encuentro con absoluta frialdad. En el primer ataque articulado de los bordeleses, Wendel levantó el balón por encima del arquero Christophe Revel, el héroe de su equipo en las instancias anteriores, para marcar el primero. Después, todo fue un recital en solitario.
Para Vannes quedará la gloria de haber eliminado a tres equipos de Liga 1 durante su recorrido a la final: Valenciennes, Auxerre y Niza. Esto además de una interesante inyección económica para el club.
Los pupilos de Laurent Blanc, que aspiran también al título de Liga 1 (están segundos a dos puntos del líder Marsella), llevan una interesantes serie de seis victorias consecutivas en las diferentes competiciones en que participan.
París
AFP
