Como premio añadido, además del trofeo de campeón, está una plaza para disputar la próxima campaña la Liga Europa (nuevo nombre de la Copa de la Uefa a partir de la temporada 2009-2010).
Con el encuentro del sábado, el Burdeos jugará su quinta final de la Copa de la Liga (dos ganadas, una menos que el París Saint Germain), mientras que el Vannes se estrena en un partido de esta importancia, en su primer año como profesional.
El objetivo para ambos conjuntos es diferente. El Burdeos, que dejó fuera a equipos como el París Saint Germain y los 'segundas' Guingamp y Châteauroux, buscará un título que refuerce aún más su moral en un momento clave, donde se encuentra peleando con Marsella y Lyon, entre otros, por la Liga 1.
Para el Vannes, el reto es apasionante y el equipo tiene mucho que ganar y poco que perder. La formación fue creada en 1998 y está viviendo el mejor momento de su corta historia, con la permanencia asegurada en la segunda división y su brillante recorrido en la Copa de la Liga.
Tras dejar fuera a Valenciennes, Auxerre y Niza, todos ellos de la primera categoría, levantar el trofeo de campeón sería sin duda una gran sorpresa y un estímulo importante para los clubes pequeños del país.
AFP
