Para la historia del fútbol colombiano no es extraño su vinculo con el balompié de Argentina. Las fuertes raíces dejadas por dicho país, campeón dos veces del mundo, data de más de 70 años.
El comienzo de la comunión futbolera entre un país y otro no tiene que ver, precisamente, con aquella etapa de 'El Dorado', en 1949, cuando la liga colombiana se aprovechó de una huelga de futbolistas en Argentina y se trajo, a nuestras canchas, a los más importantes futbolistas de aquel país de la época como Adolfo Pedernera, Alfredo Di Stéfano, Julio Cozzi, Néstor Raúl Rossi, entre otros.
Ellos, junto a otros futbolistas reconocidos de Perú y Uruguay, dieron forma a la que fue denominada la liga más importante del mundo, catalogada así por diferentes países. Domingo a domingo, en todos los estadios del país, había un concierto futbolístico. En cada fecha, un espectáculo mejor que otro.
Pero fue en 1938 cuando nació la empatía entre Argentina y Colombia. Fernando Paternóster, defensa y capitán de la Selección Argentina en el Mundial de Uruguay en 1930, fue nombrado como técnico de la Selección Colombia en 1938, dos años después de haberse retirado, en Argentinos Juniors, como futbolista profesional. Paternóster, quien comenzó su carrera como entrenador de Millonarios, en 1937, dirigió al equipo nacional en los Juegos Bolivarianos y luego, incluso, estuvo al frente de América de Cali y a Atlético Nacional.
Luego, fue Lino Taioli, quien se convirtió en el segundo argentino al frente del onceno nacional. Taioli dirigió a Colombia del 2 de diciembre de 1947 al 29 de diciembre de dicho año. Sólo estuvo al frente 27 días en el cargo, de siete partidos dirigidos perdió cinco y empató dos.
Después fue el turno para Rodolfo Orlandini, quien manejó al combinado patrio del 16 junio de 1957 al 7 de julio del mismo año. También dirigió a las selecciones nacionales de Ecuador y Costa Rica.
El punto de inflexión, y más importante resultado, en esta etapa de técnicos argentinos al frente de la Selección Colombia se presentó con la dirección de don Adolfo Pedernera. El exjugador, campeón en cuatro oportunidades del fútbol local con Millonarios, puso toda su sapiencia en un buen equipo y lo clasificó al Mundial de 1962, en Chile. Pedernera, un campeón absoluto dentro del terreno de juego, tuvo el orgullo de clasificar por primera vez a dicha clase de eventos a Colombia. Su ciclo fue del 5 de febrero de 1961 al 7 de junio de 1962. Un revolucionario.
Y el quinto técnico argentino al frente de la Selección Colombia en la historia fue Carlos Salvador Bilardo. Otro entrenador que marcó una era en su país. Un estratega muy capaz, muy estudioso y que si bien no clasificó al seleccionado nacional al Mundial de 1982, en España, dejó su huella.
El 'Narigón', como era apodado, había dirigido durante tres años al Deportivo Cali, entre 1976 y 1979, equipo al que llevó al subtítulo de la Copa Libertadores en 1978. Bilardo, coincidencialmente, comenzó a dirigir al combinado 'tricolor' un
5 de enero de 1980 (el mismo día que Pékerman dio el sí, pero 31 años después) y finalizó su ciclo el 13 septiembre de 1981. La historia, además, contará que Bilardo, cinco años después, en 1986, se proclamó campeón del mundo en el Mundial de 1986, en México, dirigiendo a Diego Armando Maradona en su mejor nivel.
Ahora, 31 años después, José Néstor Pékerman le dio el sí a la Federación Colombiana de Fútbol y arregló, de palabra, su vinculación a la Selección Colombia. Será él, Pékerman, quien tenga el reto de unir a un país y, principalmente, de clasificar al equipo de todos a un Mundial ya que, definitivamente, este país no soporta un nuevo fracaso en la eliminatoria mundialista.
También, Pékerman con su sabiduría, orientación y elección, tendrá la difícil misión de potenciar un generación buena de futbolistas, con hambre de gloria, pero que aún no encuentra el rumbo futbolístico para imponerse en Suramerica. La hora Pékerman, comenzó.
Leonardo Duque Soto
Periodista Futbolred
leoduq@eltiempo.com
Bogotá
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