América comenzará en el 2012 su camino más difícil y tortuoso de sus largos años de existencia en el fútbol profesional colombiano: jugar el torneo de ascenso. Y el escogido para guiar ese barco por ese picado mar es Eduardo Lara.
Lo del nuevo técnico en los 'Diablos Rojos' es una apuesta. Sí, una apuesta, pero por un entrenador que ya sabe lo que es devolverle a un equipo su lugar original. El adiestrador de 52 años logró, bajo su orientación, ascender a Deportes Quindío en el 2001. Lo hizo en diez meses, justo como le urge al América.
El timonel nacido en Pradera, Valle del Cauca, conoce como la palma de su mano el medio colombiano y, más aún, a los futbolistas de su tierra. En sus comienzos trabajó en Boca Juniors de Cali, una excelente cantera de la que brotaron valiosos jugadores. También ganó todo en lo que compitió con los seleccionados de su departamento e hizo toda el proceso en las selecciones Colombia. Recorrido no le falta.
Lara es una persona que como guía de grandes barcos ha tenido alegrías y tristezas, triunfos y derrotas, aciertos y errores, como todo aquel que se le mide a grandes retos. Pero no se le podrá negar que tiene competencia. La historia dice que es el técnico con más títulos al frente de las selecciones menores de Colombia. Al fin y al cabo títulos. ¿O cuántos tenían sus antecesores en América, Wilson Piedrahita y Álvaro Aponte?
Eduardo Lara tiene una nueva gran oportunidad en su vida de técnico, la de hacer historia en el profesionalismo colombiano y mundial, de quedar en los libros de un grande, de zarpar con su barco desde un puerto que no tiene sino un destino: la primera división.
El cómo, se lo dejo al capitán de este barco, pero aplaudo la decisión de los directivos del cuadro 'escarlata': rápida, sin tanto manoseo y sin extensas novelas. Lara es un hombre de la tierra, que siente el fútbol, que afronta retos y, además, que ya sabe lo que es lograr el ascenso a la 'A'.
El descenso de América cayó como un balde de agua fría no sólo en los seguidores del conjunto caleño, sino en el mundo del fútbol. La trágica consecuencia es el resultado de las malas administraciones del club, la paupérrima situación financiera y los pobres resultados deportivos durante los últimos tres años.
Ahora, hay que remar, y muy fuerte. La dirigencia de los 'rojos' ya hizo su segundo movimiento, conseguir al nuevo técnico. Acertado o no, el tiempo lo dirá. Pero es un nombramiento sensato.
Diego Loaiza Gómez
Periodista Futbolred.com
diegom@eltiempo.com
Bogotá
@loaizadiego
