En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de
terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística,
optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada
con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa
navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo
deshabilitarlas u obtener más información
aquí
La Copa del Mundo llegó a Colombia este martes: así han sido sus 'giras'
El trofeo más importante del fútbol estará en Bogotá del 3 al 5 de abril en El Campín.
El trofeo visitará a Colombia en abril.Foto: EFE
Por:
Redacción Futbolred
03 de abril 2018, 09:24 a. m.
La gira del trofeo, organizada por 'Coca-Cola', comenzó en septiembre de 2017 en Rusia y visitará 53 países en seis continentes, recorriendo 152.000 kilómetros en los nueve meses previos a la cita mundialista, lo que equivale a tres vueltas al mundo. El trofeo estará en Colombia este 3 al 5 de abril de 2018 en el Estadio El Campín.
El inicio oficial se produjo en Londres, donde estuvieron presentes el inglés Geoff Hurst (campeón en 1966) y el italiano Andrea Pirlo (se consagró en el 2006). Dentro de Latinoamérica, el tour pasará por la Argentina, Colombia, Panamá, Costa Rica y México.
[]
"Sólo 12 naciones clasificadas al Mundial de Rusia la van a recibir. Y el único que repetirá la visita es Alemania", detallan desde la organización.
El último país en el que estuvo la copa antes de arribar en 2018 fue Islandia. La visita se concretó el 25 de marzo en la capital, Reikiavik. Después, el trofeo tuvo a Tilcara como primera escala, donde se encontró con los campeones en México 1986: Sergio Batista, Ricardo Giusti, Julio Olarticoechea, Nery Pumpido, José Luis Brown, Oscar Garré, Héctor Enrique y Carlos Tapia la besaron, la abrazaron y la elevaron al cielo. Con una particularidad: sólo aquellos que se consagraron en una cita mundialista y los jefe de Estado pueden tocarla sin guantes.
¿Cómo se protege el trofeo?
La Copa, de 36,8 centímetros de altura, algo más de seis kilos de peso y construida en oro 18 quilates, tiene detrás de ella un enorme operativo de seguridad las 24 horas del día. Una vez terminado el horario de visita en cada una de las ciudades -se exhibe en una caja transparente de cristal blindada- es resguardada en un hotel (en una habitación que sólo conocen los organizadores).
Alrededor de 20 personas (todos estadounidenses) viajan permanentemente con el objeto diseñado por el italiano Silvio Gazzaniga y por la noches siempre hay al menos un guardia de seguridad que se queda al lado del trofeo.
El trofeo representa dos figuras humanas portando un globo terráqueo sobre sus hombros. La peana es de malaquita, un mineral semiprecioso que se eligió porque se encuentra en todos los continentes. Y es verde en homenaje al color del césped de las canchas de fútbol.
El nombre de los países que ganaron el Mundial (desde 1974) aparece en la base en espiral y está escrito en el idioma propio de cada país. Antes de 2014 los nombres de los campeones se alineaban verticalmente pero se cambió debido a la falta de espacio.
Solía estar en la caja fuerte de un banco en Zúrich. Al fin y al cabo, la copa Jules Rimet fue robada dos veces. Primero en Inglaterra en 1966, cuando la sacaron de una exposición. Después, fue hallada por un perro llamado Pickles una semana después. La segunda vez fue en Brasil en 1983. Los brasileños tenían el trofeo a perpetuidad tras ganar su tercer Mundial en 1970. Nunca fue encontrada y muchos creen que fue fundida.
Anteriores giras (2006-2014)
En 2006, el trofeo visitó 29 países y más de 175.000 personas se hicieron una foto oficial con la copa. En la segunda edición, durante el periodo previo al Mundial de Sudáfrica 2010, el recorrido visitó 84 países, 50 de ellos africanos.
Allí, casi un millón de aficionados se fotografiaron con la copa. Al concluir la siguiente gira, en 2014, el trofeo había visitado 90 países a lo largo de 267 días. Durante ese periodo, alrededor de 1.300.000 personas se acercaron para obtener su foto.
Para miles de fanáticos resulta una oportunidad única para observar de cerca el símbolo más emblemático del fútbol. ¿Quién no soñó con mirarla, con sacarse una foto con ella?