En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de
terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística,
optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada
con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa
navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo
deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Si ya es todo un desafío respirar y caminar sin morir en el intento, jugar fútbol de altísima competencia parece casi como escalar el Everest.
Se trata de un reto físico encomiable, que además se completará, cuatro días después, con un partido frente a Chile en el intenso calor de Barranquilla, que será ya un terreno conocido y mucho más amable, pero sin duda otra exigencia atlética enorme.
Pensando en eso, el técnico Néstor Lorenzo ha decidido apostar por una convocatoria muy amplia, de 29 jugadores, pensando en tener relevos suficientes para dos compromisos en los que puede ser que no sean las estrellas de los rivales la gran preocupación. Esta vez es más meteorológico que futbolístico.
Y en su lista de prioridades había cinco nombres con una característica común: vivir en altura.
Estos son los elegidos, pensando en El Alto:
Álvaro Montero (Millonarios, 2.500m en Bogotá)
Kevin Mier (Cruz Azul, 2.240m en Ciudad de México)
Cristian Borja (América, 2.240m en Ciudad de México)
Nelson Deossa (Pachuca, 1920m en Hidalgo)
Willer Ditta (Cruz Azul, 2.240m en Ciudad de México)
Vale decir que Camilo Vargas vive en Guadalajara (1.500m), que la mayor parte de la vida de Kevin Castaño la pasó en altura (Rionegro con Águilas y Ciudad de México con Cruz Azul), que Roger Martínez también vivió recientemente en México y sabe jugar en altura y que a Juan Camilo Portilla no se le habrá olvidado, en Talleres de Argentina, sus periplos por tantas candas colombianas donde lo reto la altitud.
Todas son, al final, apuestas de Néstor Lorenzo en la preparación de un duelo clave. ¿Qué tanto pesará esa elección? ¿Usará a esos hombres o será como en la era Reinaldo Rueda, cuando un morfociclo para jugar en La Paz nunca llegó a verse pues los veteranos exigieron jugar? Lecciones aprendidas marcarán camino.