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Pues no era Tuchel, tampoco los rusos que se vieron obligados a ceder el manejo del club, no había solo un problema en Chelsea, que se hunde en la Premier League.
Esta vez ha sido Chelsea el que ha castigado su confusión y su preocupante falta de carácter y le ha ganado 2-0 en el clásico de la jornada, un partido de dominio y goles del dueño de casa, que sigue dando buenos síntomas, firme entre los clasificados a Champions League parciales pero sin echar mano, otra vez, de Dávinson Sánchez, quien fue suplente.
El primer tiempo dio pistas de lo que vendría luego, dominio casi permanente de los Spurs, a los que les faltó puntería con Richarlison, siempre inquieto, y un gran trabajo de Kuluzevski. De Chelsea, prácticamente ningún acercamiento para reseñar y encima salió lesionado Thiago Silva, alma del equipo.
Por eso en el complemento no esperaron ni un minuto: a los 40 segundos, la tejieron entre el brasileño y el brasileño y el sueco y el rebote le quedó a Skipp, quien soltó un bombazo que manoteó pero no pudo sacar Kepa. Así fue el golazo:
Y si antes, sin goles en contra, no reaccionaba Chelsea, tampoco lo haría después, incapaz de tejer jugadas, mientras Tottenham seguía cercándose pero sin prisa, salvo la de Richarlison que siempre se paó una velocidad y por eso no pudo celebrar.
Hubo que esperar hasta los 82, cuando Son, que arrancó de suplente, llegó para asociarse con el de siempre: cobro directo a la ubicación del 'ciudadano' y gol, para el 2-0 final.
Con 45 puntos, Tottenham es cuarto de la tabla de posiciones mientras Chelsea se hunde a la décima casilla, con solo 31.