En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de
terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística,
optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada
con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa
navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo
deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Coutinho: de Liverpool a Barcelona, 145 millones de euros.Foto: Tomado de Instagram @phil.coutinho
Por:
Jenny Gámez
20 de julio 2020, 07:52 p. m.
Sal en la herida. Ese incómodo ardor ha de ser lo que siente Coutinho en el lugar del mundo donde esté, mientras sus excompañeros de Liverpool van de una calle de honor a otra, y pocos lo recuerdan... cuando no es para hacerle ver que fue justo su salida la que impulsó el éxito del club.
Mientras el brasileño no define su rumbo, tras dos grises temporadas en FC Barcelona y Bayern Múnich, Liverpool se coronó campeón de la Premier League después de más de 30 años de espera, y además ganó una Champions League y un Mundial de Clubes y... ¡siempre dio cátedra!
Sería injusto decir que Coutinho fuera un problema, sería preferible reconocer que fue parte de la solución, pues su salida, en 2018, hizo que el club mirara hacia adentro y no hacia afuera y apostara por mantener un equipo antes que seducir a grandes figuras.
Los 145 millones de euros que dejó en las arcas y que fueron vitales para las dos contrataciones más rutilantes del club: Virgil van Dijk y Alisson Becker. Pero después, salvo Fabinho y alguno más, el club solo gastó 10 millones de euros en adquisiciones, como lo confirmó Pep Lijnders, uno de los asistentes del técnico Jürgen Klopp.
"Sí, [mantener contentos a los jugadores existentes] era una estrategia consciente", explicó Lijnders en una entrevista con la publicación holandesa AD. “La diferencia entre 'Europa superior' y 'Europa sub-superior' es que 'Europa superior' puede mantener a sus mejores jugadores juntos durante un período de tiempo más largo. Liverpool seguía siendo ese sub-top [en 2018]. Los jugadores se fueron porque podían ir un paso más arriba", señaló. Caso Coutinho, aunque el resultado no hubiera sido el esperado.
“Cuando ganamos la Liga de Campeones [en 2019], sentimos que ahora tenemos que hacer todo lo posible para mantener al grupo unido. Si tiene éxito, esa es la compra más importante... A veces buscas oro, pero luego resulta que estás en ello", comentó.
Después, el chiste es dejar de antojarse de lo que hay en la casa del vecino y mejor otra vez hacia adentro: "Creo firmemente en la promoción de jugadores jóvenes para obtener sangre fresca en un equipo como este. Esa es mi naturaleza holandesa. Y también mi propia experiencia como entrenador en el FC Porto". Un par de perlas: Trent Alexander-Arnold, quien se unió a la academia juvenil y se sumó al primer equipo en el camino, y Joe Gomez.
“Ahora vienen talentos como Curtis Jones, Harvey Elliott y Neco Williams. Se puede hacer si el grupo central permanece unido durante un período de tiempo más largo y tiene la mentalidad correcta", explicó.
Es lo que hace que muchos califiquen al Liverpool como el mejor equipo del mundo: una cabeza clara y sensata como la de Klopp, alejada de la danza de los millones y concentrada en las personas, una constante reivindicación de la mística por encima de la trampa de la fama, una isla de autenticidad en el océano de la copia que todos anhelan ser. Hoy aquellos que tomaron las decisiones reconocen que todo partió del adiós de Coutinho... para bien y para mal.