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La decisión más difícil en la vida de un padre la tuvo que tomar Benik Afobe en las últimas horas.
El delantero del Bristol City, nacido en Reino Unido pero quien eligió jugar para su país de ascendencia, República del Congo, contó en una entrevista cómo fueron lo últimos momentos de vida de su hija, Amora, de solo 2 años de edad.
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Amora nació con un síndrome nefrótico de enfermedad considerado raro y fue llevada al Royal Stoke University Hospital, donde su condición empeoró y la respiración se detuvo, por lo que tuvo que usar un ventilador. Una resonancia magnética reveló que sufría un daño cerebral permanente y los médicos dijeron a la pareja que no podían hacer nada por ella.
“Fue terrible. Era nuestra niña, nuestro primer hijo, no había tenido la oportunidad de vivir una vida. Todos los miembros de nuestra familia estaban allí cuando se desconectó. Todos dijimos una oración y nuestras últimas palabras para ella. La besé. Es algo que nunca olvidaré", contó el jugador, de 27 años.
"Hablar de eso ahora me hace llorar, pero ella fue rodeada de amor y con las mejores personas a su alrededor", añadió, al tiempo que la recordó en sus redes sociales junto a su esposa y su segunda hija.
Benik AfobeFoto: Tomado de Instagram @benikafobe
“Lo peor para cualquier padre es ver a su hijo pasar por algo así. Todos estaban desconsolados, pero Lois y yo sentimos que teníamos que ser positivos. A veces los dos íbamos a una habitación y lloramos solos por horas. Nos rompimos hasta el punto de que no queríamos ver a nuestra otra hija (Alba, de 20 meses) por unos días porque no la queríamos rodeada de dolor", detalló Afobe en SunSports.
Hoy, días después del dolor, ve la situación apoyado en su fe y en su familia: "Era importante unirnos por su bien y llenar los alrededores con positivismo".