¿Se acaba la rivalidad? Roy Keane vs. los Haaland

Erling Braut Haaland es motivo de de deseo entre los principales clubes de Europa, sus cifras con el Dortmund hacen pensar que el noruego se vaya de Alemania en un corto plazo. El Manchester United, sin duda, es uno de los equipos que mantienen su interés por la nueva promesa europea, Schooles y Keane, leyendas del club han demostrado que el joven de 20 años debería fichar por los 'diablos rojos'.

El irlandés Roy Keane, ahora comentarista televisivo, tiene un historial con los Haaland, desafortunadamente el mediocampista acabó con la carrera profesional del padre del codiciado futbolista. Alf-Inge Haaland desarrolló buena parte de su carrera en el fútbol de Inglaterra vistiendo las camisetas del Nottingham Forest, el Leeds United y el Manchester City.

En un partido entre el Leeds y el United, el irlandés le tiró una fuerte patada a Alf-Inge Haaland, el noruego se lo recriminó de forma vehemente mientras Keane se retorcía, tan mala fortuna que el del United se lesionó los ligamentos  de la rodilla.

el irlandés se retorcía en el césped. No sabía que se dolía con razón, pues se había roto los ligamentos de la rodilla tras clavar los tacos en el suelo en su intento de golpearle. En 2001, con el Manchester United ya campeón y el City, para el que jugaba ahora Alf-Inge Haaland, peleando por eludir el descenso, Keane, de forma premeditada, le propinó un brutal plantillazo en la rodilla que le mandó por los aires. Roja directa para el irlandés, una sanción de 5.000 libras y ocho partidos de suspensión.

Haaland padre, que entonces tenía 28 años, no pudo ser el mismo munca más, la falta le impidió volver a jugar un encuentro completo en la élite hasta su retirada, dos años después y con solo 30 años.

Después de ese historial es curioso que Keane pida que el United fiche por su hijo, cuando incluso aseguró: "Había esperado mucho tiempo, lo suficiente. Le golpeé jodidamente duro. El balón estaba allí, creo: 'Toma esta, bastardo. Y no vuelvas a mirarme burlándote de falsas lesiones".

«Incluso en el vestuario después, yo no tenía remordimientos. Mi actitud fue, 'a la mierda con él'. Lo que va, vuelve. Él me pegó a mí una y mi actitud es ojo por ojo. Recibió su justa recompensa», escribió el irlandés.