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Evertonv s Tottenham, gol DávinsonFoto: Tomado de Twitter @EmiratesFACup
Por:
Jenny Gámez
10 de febrero 2021, 05:53 p. m.
Fue un maratón de goles, un espectáculo, un partidazo. Everton se quedó con el premio gordo, el cupo a cuartos de final de la FA Cup, pero ante un rival que compitió bien y que nunca renunció.
En tiempo extra se impuso Everton por 5-4, en la noche del doblete de Dávinson que no fue suficiente para impulsar la clasificación.
La noche inolvidable de Dávinson Sánchez empezaba a los 3 minutos, cuando se levantaba por encima de Sigurdsson y marcaba el 1-0. Se demoraba Everton en hacer pie, exactamente lo que necesitaba Calvert-Lewin para entrar en el partido y marcar con frialdad y alguna complicidad de Lloris para el 1-1 y, a partir de ahí, quinta velocidad al carro azul.
Un minuto después, casi sin acabar de celebrar, hermosa asistencia de Calvert-Lewin a Richarlison y definición de crack del brasileño para el 2-1. A la figura le cometían Alderweireld el penalti que cobraba a lo crack Sigurdsson y era un 3-1 parcial. Y como que terminaba y Tottenham no acababa de afinar, pero Lamela rompía el molde, le proponía una pared a Son y el coreano le servía el 3-2 justo antes del descanso.
El respiro era necesario para un complemento en el que no bajaría el ritmo, felizmente, no decepciona el fútbol inglés... A la salida de un tiro de esquina, que cobraba Son, le quedaba a Dávinson, quien otra vez le ganaba el duelo personal a Sigurdsson y ahora de puntazo lo vencía para el 3-3.
Llegaba Kane al partido y a puro gol seguía resolviendo Everton sus dudas defensivas, esta vez con al asistencia de Sigurdsson, impecable para Richarlison, quien marcaba el 4-3 a los 68 minutos. Respiro para el dueño de casa.
El tema es que la ventaja era demasiado justa, que Mourinho enviaba a Dele Alli y había muchos frentes que cuidar en defensa y justo fallarían todos los de azul, Doucouré especialmente, en la marca de casi nadie, el goleador Kane, ese que no se sentía pero que marcaba el 4-4.
Y no habría más goles por la antipatía del juez, que pitó el final, porque si seguían jugando seguíamos contando empates parciales hasta la madrugada. ¿Ocho goles hablan bien del ataque o mal de la defensa? De todo un poco se escribió en Goodison Park, donde los errores se taparon con goles. EL resto de la historia se contaba en el tiempo extra.
Sería Bernard, el intrascendente, el encargado de poner a ganar a Everton a los 7 minutos del tiempo adicional, en un exquisito pase de Sigurdsson. Y de ahí hasta el pitazo, al aguante, a lo 'maldita sea', más sufrimiento que fútbol para la felicidad de un equipo de Ancelotti que se impuso a pura efectividad y sacrificio.