Colombia, con tenacidad y sacrificio halló su objetivo
El equipo de Pékerman encontró la paz en La Paz. Un triunfo que vale oro.
Por:
Redacción Futbolred
25 de marzo 2016, 09:55 a. m.
Las convicciones del entrenador eran las del equipo: ganar y punto. El día previo, en su protocolario discurso, José Pékerman, técnico de la Selección Colombia, lo hizo saber ante la prensa que miraba con escepticismo el resultado frente a su similar de Bolivia.
No estaba fuera de foco el entrenador, ni disfrazaba con sus frases optimistas, los temores típicos de jugar en la altura. El rival, tan poca cosa, no era un adversario temido. Lo eran la asfixia, la perdida de la voluntad porque las fuerzas huían y la propia Colombia con el riesgo de perder su estilo, traicionado por debilidades físicas.
Ante Bolivia, gran partido. El calificativo no solo se atribuye a los duelos en los que la técnica brilla. También lo son aquellos en los que la tenacidad se impone, el sacrificio es argumento único y el aporte emocional juega papel preponderante.
El gol del cierre es el premio a la vitalidad del objetivo, entendiéndose que el saldo fue incierto hasta el último minuto.
El gol del cierre es el premio a la vitalidad del objetivo, entendiéndose que el saldo fue incierto hasta el último minuto.
Lo básico, sobre el papel, con instrucciones primordiales en materia táctica y estratégica, era ganar. Y se logró sin espacio para gustar y convencer. Los goles fueron excepción, con el máximo disfrute por su desarrollo y cierre.
James Rodríguez no estuvo en el furor de su rendimiento, el que le es característico y le convierte en figura reconocida y admirada. Juega en los topes en su aspecto físico, buscando, con su aporte, la redención de los males que le atribuyen en su club.
Pero fue, a lo largo del partido, referente obligado. Tuvo participación activa en los tres goles, en el comienzo desarrollo o conclusión de las jugadas.
Colombia jugó al borde del colapso en el segundo tiempo, después de imponer su autoridad en el primero, cuando privilegió el control del espacio sobre el manejo de la pelota. La mente se confundía y el cuerpo se moría, por el descomunal desgaste.
Pero, jugando al límite, con relevos oportunos que llegaron desde el banco, se fabricó una de las victorias más celebradas del proceso Pékerman, por las anormales condiciones del partido.
Pero, jugando al límite, con relevos oportunos que llegaron desde el banco, se fabricó una de las victorias más celebradas del proceso Pékerman, por las anormales condiciones del partido.
Colombia encontró el rumbo perdido, el día menos esperado, sin la frescura característica de su juego, por la incomodidad para desarrollarlo, con un empuje moral que no puede ser desaprovechado, mirando el calendario hacia el futuro.
Esteban Jaramillo Osorio
Especial para Futbolred
Twitter: @estejaramillo
Especial para Futbolred
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