La tecnología que hace falta
Opinión de Nicolás Samper sobre la falta que hace el 'ojo de halcón' en la liga local.
Columnista Futbolred Foto: A. particular
El lunes festivo pasado volví a pensar en que hay tecnología que, en efecto, sí sirve, a diferencia del VAR. Es un método del que escasísimas controversias se manejan y que, por supuesto y como era de esperarse, no está en Colombia.
Edwin Herrera decidió hacer una especie de centro-disparo hacia la portería de Christian Bonilla. Resulta misterioso lo que le pasó al portero porque en medio de la noche, hubiera parecido que el balón se le perdiera entre las luces de las torres que resguardan El Campín, entonces en el momento en el que el balón bajó, Bonilla tuvo que regresar rápido a su posición para poder corregir y así evitar lo que era un seguro gol de Santa Fe. Bonilla detuvo la bola, que picó. La tomó con fuerza con las dos manos y en realidad la percepción de muchos es que cruzó la línea de sentencia. Para ese instante Santa Fe perdía 0-1 ante Equidad y obvio, de existir tecnología de detección automática de goles, sabríamos si en efecto, el error de Bonilla habría desatado una igualdad y un posible cambio de rumbo en el destino final del encuentro. O si el portero atajó la pelota sobre la línea y listo. Ya había pasado con Hinestroza y Novoa en el choque América-Junior, en este mismo campeonato.
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Pero a esa tecnología sí no se le para bolas, aunque sea realmente muy necesaria. Porque esos episodios sí que son comunes: la pelota rebelde que pega en el horizontal y rebota dentro del arco dejando un manto de dudas. Desde los tiempos del gol de Geoffrey Hurst que se ha trabajado para evitar escenarios difíciles y la modernidad nos trajo aquel episodio de Frank Lampard -un poco una especie de karma frente a lo ocurrido en la final del 66 con Hurst- que, a pesar de marcar un gol claro, no fue convalidado por Jorge Larrionda.
Usado experimentalmente desde el Mundial sub-17 de Lima en 2005 -donde dijeron que había sido un fracaso porque no se había producido ninguna jugada de ese tenor- se ha ido consolidando como el único y mejor adecuado rudimento tecnológico que acepta el juego sin que se frene, cambie su espíritu o se deforme. Simplemente si la bola traspasa la línea de gol, envía una señal al reloj del árbitro y listo. Sencillo y sin muchas cortapisas. A diferencia del VAR, del que es más fácil recordar las veces que falló que las que acertó, en el caso de la detección automática de goles apenas se me viene a la mente un duelo entre Aston Villa y Sheffield, donde falló el dispositivo y no le dieron a Sheffield un gol válido.
Un error en más de 9000 partidos fue la explicación de la empresa proveedora de esa tecnología en Inglaterra, estadística que habla por sí sola.
¿Por qué acá nunca se implantó la idea? ¿Será que, si se da el rumor de cambio de marca de balón para el próximo campeonato, se está pensando en eso también?