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El volante no podrá estar en el partido contra Senegal.Foto: AFP
Por:
Jenny Gámez
26 de junio 2018, 05:48 p. m.
Desde el momento en que Abel Aguilar se dejó caer en el campo del Kazán Arena y pidió el cambio se presentía que algo complejo podía pasar. No es el tipo de jugador que se margina de un duelo clave.
Y esa sospecha se confirmó este martes: “El aductor izquierdo presenta un edema muscular sin hematoma, por lo cual se someterá los próximos 5-6 a trabajos con el cuerpo médico evaluando en ese periodo de recuperación”. El diagnóstico lo descarta automáticamente del partido de este jueves contra Senegal y deja en puntos suspensivos su disponibilidad en caso de clasificar a octavos de final (los partidos son el 2 y 3 de julio).
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Pero, como dicen los jugadores de Colombia, hay que dar primero un paso y después el otro. Lo primero es Senegal en Samara y la necesidad de ganar para estar en la segunda ronda de Rusia 2018. Habrá que hacerlo sin la experiencia (33 años, 71 partidos vestido de amarillo), la fortaleza física (1,85m de estatura), la opción en el juego aéreo ofensivo (8 goles) y el primer pase que ofrece Aguilar, un hombre que además aporta liderazgo y confianza en momentos de crisis.
Lo malo es que Senegal era un rival para sus características. Lo bueno, que su salida, al minuto 30 del partido contra Polonia, abrió casi de inmediato una primera opción de reemplazo: Mateus Uribe. El antioqueño llegó poniendo su sello de seguridad y efectividad en los duelos directos , con su potencia física (1,82m) y su facilidad para convertirse en un apoyo para James, un escalón en donde descansar. Y eso que no tuvo ocasión de aportar lo que mejor sabe, que es letal remate de media distancia, que le ha permitido ya 8 celebraciones con Selección.
Pero cabe la pregunta: si fuera Uribe la primera opción contra los hábiles y rápidos senegaleses, ¿quién sería su compañero? La ficha número uno la tiene Wilmar Barrios, uno de los mejores de Colombia en el impecable triunfo 3-0 del pasado domingo: es obvio que se entienden, se cubren bien y se complementan, pues cuando Mateus se debe adelantar para apoyar a los atacantes, Barrios se multiplica para cubrir todo el medio y cortar el juego con fortaleza y precisión.
Parece una pareja fija, aunque es joven (24 años Barrios, 27 Uribe) y debutante en el Mundial. Excepto por un detalle: Carlos Sánchez está nuevamente disponible. Desde sus 1,82m de estatura, la experiencia de su segunda Copa del Mundo, sus 32 años y más que nada, sus 81 partidos con Selección Colombia, no será sencillo cerrarle la puerta en Samara. Siempre que estuvo habilitado fue titular. Después de todo, La Roca es La Roca.
El tema es que, en una competencia interna dura, es el que trae menos competencia (con todo y que salió de Italia buscando minutos y los encontró en el Espanyol) y claramente dio ventaja con la expulsión frente a Japón. Aparte la dupla Barrios-Uribe casi que recuerda la fortaleza de la Sánchez-Aguilar en Brasil 2014. Así de firme, así de insdiscutible. Pero Sánchez inspira confianza y sabe jugar finales como la de este jueves. ¿Cómo desperdiciarlo? Lindo rompecabezas tiene el DT.
En la última línea de la competencia está Jefferson Lerma, por debutante y joven pero no por ineficiente: su día a día es marcar con fortaleza a Messi, a Cristiano Ronaldo, a Suárez, a las estrellas de la prestigiosa Liga de España y además en Rusia ha sido titular una vez –contra Japón- y sustituto en otro –contra Polonia- Es más de lo que pueden contar muchos de los convocados.