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La paciencia ha llegado a su límite para varias selecciones y federaciones europeas que empiezan a rebelarse en contra de la Federación Internacional de Fútbol y Asociados (FIFA). En un Mundial diferente por la época en la que se desarrolla, y a su vez, por tantas polémicas que hay en un país en contra del homosexualismo, tanto así que es penalizado por siete años o más de cárcel, que en las construcciones de los estadios contrataron trabajadores extranjeros y murieron más de 6,500 por las pocas garantías que tuvieron, muchas naciones se unieron para batallar por los derechos humanos, y la FIFA hizo todo lo contario.
Aunque la FIFA apoyó a Inglaterra cuando disputó un partido contra obreros extranjeros en su llegada, pese a que uno de los dirigentes del ente no titubeó en Catar diciendo que es homosexual, y cuando se esperaba el apoyo de la organización por la idea de selecciones en utilizar un brazalete con los colores del arcoíris aludiendo al colectivo LGTBIQ+, la organización que regula este tipo de competencias futboleras censuró a las naciones europeas en ese pedido de usar las cintillas con unas sanciones de arranque en los partidos como una tarjeta amarilla para el capitán.
Dinamarca espera una solución de la FIFA, al igual que Alemania que protestó en el arranque del encuentro ante Japón en su debut mundialista. Ante los ojos de la organización, pegaron fuerte y los daneses esperan el apoyo de las demás selecciones y federaciones para acabar con el poder de la organización futbolera. Si no llegan a un acuerdo, los daneses reactivarán algo que anteriormente querían hacer y es abandonar la FIFA.
Una radical y polémica decisión, pues se sienten indignados y el Mundial los ha vuelto a contemplar la idea de pedirle a la UEFA la retirada general de la FIFA. El CEO y presidente de la Federación, Jakub Jensen y Jesper Moller, respectivamente tomaron esta posibilidad si no encuentran solución. La paciencia ha llegado al límite, “no es una decisión que se haya tomado ahora. Hace tiempo que lo tenemos claro. Lo hemos estado discutiendo en la región nórdica desde agosto”, así como lo mencionó Möller, no es coincidencia que todas estas sanciones del ente los haya hecho reactivar este pensamiento que parece ya irreversible.
Jesper Möller también avisó, “lo hemos vuelto a pensar ahora. Me imagino que puede haber desafíos si Dinamarca se va sola. Tenemos que pensar en la cuestión de cómo restaurar la confianza en la FIFA. Debemos evaluar lo que ha sucedido y luego debemos crear una estrategia, también con nuestros colegas nórdicos”. Es una decisión que no tiene el protagonismo solo de los daneses, pues esperan más apoyo.
La FIFA habló fuerte y dijo que impondría sanciones para capitanes que utilicen la cintilla con los colores del arcoíris Siete selecciones se echaron para atrás de esa idea de usarla, pero barajan todas las cartas para arremeter contra la organización, pues recurrirán a recursos legales par desbancar esta decisión del ente. Jesper Möller mencionó que no apoyarán en Dinamarca a Gianni Infantino en su reelección, pese a ser el único candidato.