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Una fiesta desde el vamos que se vivió en el Estadio Manuel Murillo Toro. Deportes Tolima sacó la casta en su propio recinto deportivo ante un Envigado que intentó como podía romper las redes custodiadas por William Cuesta, pero la desesperación en remates por encima del larguero, las malas decisiones y un Cuesta que atajó lo que le llegó, protagonizó un cuadrangular muy pobre con solo una unidad en el Grupo A.
Así las cosas, como se dice, al Deportes Tolima le tocó bailar con la más fácil dependiendo de ellos mismos al necesitar una victoria o un empate siempre y cuando La Equidad no ganara. En el otro juego, Medellín no tuvo piedad contra los aseguradores en Bogotá y los tolimenses por su parte, hicieron lo que debían. Aunque se complicaron, lograron anotar, llevarse los puntos, y clasificar a su tercera final consecutiva en la Liga BetPlay.
En FUTBOLRED analizamos la victoria del Deportes Tolima:
Sin Anderson Plata, apareció Luis Miranda: faltó el picante y la velocidad en la banda del guajiro. Ese que con poco arregla un partido, así como lo hizo ante el Deportivo Independiente Medellín en la fecha pasada. Pese a su ausencia, Miranda fue el relevo que también permitió atacar por la banda derecha y creó peligro. Dejó a sus compañeros en completa soledad para definir, pero desperdiciaron opciones.
Volvió el capitán, Sergio Mosquera: tras una larga ausencia por una complicada lesión. No jugaba desde marzo, y regresó como los grandes con una labor defensiva muy sobria, y poniéndole la cabeza desde lo alto para llevarse el triunfo con un solitario tanto. Con el gol, Tolima se tranquilizó, pero el defensor central, al lado de José David Moya apareció para evitar cualquier gol. En el complemento, rechazó un centro venenoso de Envigado.
Juego directo durante los 90 minutos: característico en Hernán Torres, con el resultado a su favor, esperó a su rival que se vio obligado a atacar. Tolima respondía con un estilo predilecto. Aguantaba el balón en sus pies y atacaba con rapidez de manera muy vertical, buscando siempre el frente de ataque. Andrés Ibargüen, Jeison Lucumí y Luis Miranda eran los encargados de trasladar la pelota para enlazar con Juan Fernando Caicedo. Cuando ingresó Daniel Cataño, la tenencia se hizo más presente, pero también vio puerta con intentos de gol.
Mantuvo la calma con la posesión: pese a que, con el gol tempranero, Tolima regaló la pelota, Envigado no pudo traducir esa tenencia en opciones claras. Los tolimenses, cuando se hacían con el balón, se enfrentaron a la presión alta envigadeña y tuvieron que elaborar su juego con pases cortos y manteniendo la esférica en sus pies. Ya sobre el final, renunciaron a atacar, y se recostaron a las bandas para que los minutos corrieran y finalizara lentamente el juego.
Tercera final consecutiva: no es solo de destacar el paso a esta final, sino el hecho de que llegan a su tercera instancia que define un campeonato. Es obra del gran trabajo, de fichajes bien planeados, y del hambre de conseguir siempre títulos. Lo lograron ante Millonarios, tuvieron el desliz contra Cali, y ahora quieren recrear lo conseguido en el 2018 demostrando su supremacía frente a Atlético Nacional.