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Michael Rangel y Miguel BorjaFoto: IG @michaelrangel9 @miguelaborja23
Por:
Jenny Gámez
01 de febrero 2021, 08:00 p. m.
La noticia fue un balde de agua helada sobre la expectativa de Santa Fe: su goleador, el gran refuerzo de la temporada, se iba del equipo sin haber jugado un solo partido de Copa Libertadores, nada menos que lo que justificaba su fichaje.
A todos sorprendió menos a Eduardo Méndez, presidente cardenal. Cuando lo pidió cedido fue poco menos que una ganga, pero había una trampa. Y en ella cayó.
El convenio que firmó con Atlético Junior, dueño de los derechos del jugador, precisaba que era en Barranquilla y no en Bogotá donde se pagaría el 70 por ciento del salario, que no es poco, y que en caso de aparecer una oferta del exterior el jugador se iría sin más, sin preaviso, sin consecuencias, sin explicaciones. Pagar solo el 30 por ciento de lo que gana quien fuera goleador de la Liga en 2019 y uno de los delanteros más cotizados del país durante seis meses era demasiada tentación.
No había por qué temer, pues Rangel desde 2016, cuando lo fichó, ha estado cediéndolo en préstamo al Bucaramanga y luego al América, donde experimentó su máxima cotización al coronarse campeón de la Liga y máximo anotador. Y a pesar de eso, o más bien por culpa de ese éxito, no era fácil encontrarle un club que pagara el millón de dólares de cotización que tiene, según Transfermarket. Santa Fe solo tenía que especular un poco... y perdió, porque apareció Mazatlán y se lo llevó, ahora sí de manera definitiva.
Los hinchas rojos quedaron dolidos, pero esas eran las condiciones y todos las conocían desde el principio. Pero ese pánico fue migrando rápidamente, vía redes sociales, a Barranquilla, donde alguien preguntó: ¿y quién dice que no vaya a pasar lo mismo en Junior con el goleador Miguel Borja, quien está en préstamo desde Palmeiras?
En teoría, los casos son idénticos. Rangel (29 y Borja (28) no contaban en Junior y Palmeiras, respectivamente, y por eso buscaron equipos que les dieran minutos, con la intención de mostrarse. Pero ahí existe una diferencia radical: mientras el primero quería lograrlo para firmar un mejor contrato en un club extranjero, el segundo quería hacerlo para lograr lo que ya ha comenzado a celebrar, que es su nueva convocatoria a la Selección Colombia. Este mismo lunes el técnico Reinaldo Rueda lo ha llamado para un microciclo.
Según pudo confirmar FUTBOLRED, el préstamo de Borja es también por solo 6 meses, en un contrato de dos años más, con opción a un tercero, que tiene el cordobés con Palmeiras. Si llegara una opción atractiva lo único que podría hacer Junior para frenar su salida es ejercer la opción de compra por el 50 por ciento de los derechos, que están tasados en 4,3 millones de dólares.
Pero en todo caso, suponiendo que los brasileños reciban una oferta mareadora y ordenen la venta definitiva, necesitan el aval del jugador y eso es muy difícil: "él no va a dejar el Junior ni loco, quiere jugar para llegar a Selección Colombia. Incluso si aparece una opción de China por 10 millones la opción es 0,05 por ciento", explicó la fuente.
El mensaje es de tranquilidad para el hincha 'tiburón', pero no hay que confiarse: son días durísimos para hacer negocios y, si alguien viene con el dinero en la mano, va a ser difícil rechazarlo. Quién lo diría pero, así como en 2016, la llave de su permanencia podría estar en manos de Rueda... otra vez.