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Así celebraron los hinchas escarlatas el título.Foto: CEET - Juan Rueda
Por:
Corresponsal Futbolred
27 de diciembre 2020, 09:19 p. m.
Cali amaneció este domingo pintada de rojo. En todos los barrios, gigantes banderas engalanaban ventanales y los carros se enlucieron con banderas a lado y lado, esperando que se diera inicio al partido de vuelta de la final de la Liga BetPlay entre América y Santa Fe en El Campín.
Como en el partido de ida, la pólvora empezó a estallar desde temprano, dos horas antes, como presagio a que las cosas iban salir en Bogotá, esa ciudad que acogió como otro hijo predilecto.
Estaderos, centros comerciales, conjuntos cerrados y lógicamente en las casas, los primeros minutos llenaron de entusiasmo a la parcialidad escarlata, porque el inicio estaba dentro del presupuesto. En barrios como el Obrero, Siloé, Popular, La Base, Alfonso López, Olaya Herrera, Chiminangos, Cienpalos y los del Distrito de Aguablanca, para mencionar algunos, se pintaron grafittis y organizaron las calles para enviarle energía positiva a su equipo.
No obstante, Santa Fe presionaba y en 8 minutos consiguió dos goles que hizo que todos se comieran las uñas, aunque la esperanza seguía viva. Caras largas, pero todos creían que el marcador no iba a ampliarse y en cambio, cualquier descuido del conjunto ‘cardenal’ iba a ser aprovechado.
Con la oportunidad de Adrián Ramos que se perdió en el horizontal revivió la fe, ya que el equipo había logrado sobreponerse al dominio santafereño. Luego, se pararon de sus sillas para esperar que esas intenciones del cuadro bogotano no vencieran la resistencia de Joel Graterol y sus compañeros.
Con el tiempo cumplido, los 6 minutos que dio Wílmar Roldán como adición resultaron larguísimos, mientras Santa Fe trataba con su último aliento. Con dedos cruzados esperaban que en cualquier momento se diera la conclusión de una final con la que habían pagado la cuota inicial gracias ala diferencia de tres goles en el Pascual Guerrero.
Finalmente, cuando el árbitro antioqueño tomó el balón, indicando que no se jugaba más, los estallidos, pitos y música alusiva al América de Cali volvieron a sonar con mayor intensidad: “América, el de Willington Ortiz; América, Battaglia y Cueto….
Esta noche, a pesar del toque de queda desde las 9 de la noche, Cali no va dormir. Hubo pocas caravanas en comparación con las otras conquistas, todos se quedaron con las ganas de ir a recibir al plantel campeón en el aeropuerto, como habitualmente lo hacen cuando el equipo ha rematado por fuera del Pascual Guerrero. Bogotá volvió a ser la segunda casa de los 'diablos rojos’, que ya se habían coronado en 1982 y 1990 ante Millonarios y este domingo sobre Santa Fe.
Cali está alborozada, ojalá bajo control, por la consecución de la estrella 15 de América. Muy rápido olvidaron los hinchas todo lo que decían de Juan Cruz Real, al que querían que se fuera por los resultados adversos de hace dos meses. Ese es el fútbol, que no tiene memoria en los momentos de gloria.