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La pandemia ha hecho que muchos tengamos que cambiar nuestra rutina de vida, el trabajo en casa y compartir más tiempo con nuestros seres queridos, hace que este tiempo pueda llevarse mejor. Para Aldo Bobadilla, más allá del trabajo con Independiente Medellín, saca tiempo para dedicarle tiempo a otras pasiones como la cocina, aprender a jugar videojuegos con sus hijos y para disfrutar de un buen libro o una película. En esta cuarentena todo es válido para el paraguayo que extraña la competencia.
“La edad y la profesión me ha llevado a la madurez, la tranquilidad y la paciencia. No me gusta estar encerrado, es la primera vez que vivo en un apartamento, el paraguayo siempre busca tener un patio para tomar el tereré. No es fácil estar así, es complicado e incómodo, pero la paciencia me hace estar tranquilo, disfrutando con mis hijos, ahora cuento con los dos hijos mayores que hace varios meses no los veía, me estoy nutriendo mucho con la presencia de ellos, esperando que esto pase para gozar de la rutina diaria de nuestra vida”, indicó Bobadilla.
Sobre su rutina en este aislamiento obligatorio, el ex arquero y ahora entrenador poderoso precisó que “en la mañana me levanto, siempre trato de desayunar, preparar mi día. Luego hablo con mi editor de video, si es que ese día no hay entrenamiento grupal, comenzamos a analizar y cortar los videos para los muchachos, a veces es complicado por el tema de Internet. Así se me va la mañana, en la tarde siempre tengo reuniones con algún directivo o el cuerpo técnico, evaluando el rendimiento de los jugadores, es importante intercambiar ideas. Estamos concentrados con el trabajo. En la noche, estoy en familia, compartiendo un juego, una película, ver las noticias, me gusta estar informado en estos momentos por lo que nos afecta en la parte de salud”.
En cuanto al tema gastronómico, Aldo es un buen conocedor, le gusta y cada que puede se relaja con recetas que lo hacen extrañar menos a su Paraguay del alma. “Desde pequeño aprendí a cocinar por la necesidad que tenía en ese tiempo. No me considero un buen cocinero, pero mi comida se puede comer, mis hijos y mi mujer dicen que es rica. Me gusta la cocina paraguaya, la vez pasada encontré un pescado que en mi país se llama surubí, acá se llama bagre. Estos días hice un planto llamado chupín de surubí, que se cocina con ese pescado en salsa de queso cremoso con arroz blanco. Salió muy rico y con la nutricionista hemos hablado que los jugadores tengan en su dieta mucho pescado, la cual es una buena fuente de proteína”.
Finalmente, el ‘guaraní’ comentó que esta pandemia lo motivó a ponerse al día con los videojuegos y es otra ruta para compartir tiempo con sus tres hijos, además de poner en práctica esas tácticas que buscará implementarle al DIM cuando comience la competencia. “En esta cuarentena, aprendí a jugar fútbol en Play Station. Mis hijos me enseñaron, como ellos son tres, completamos el grupo dos contra dos. Siempre es importante leer, aprender, crecer y no quedarse en donde está. Cuando no hay una buena película o en la tarde que no tengo mucho qué hacer, me prendo a jugar con ellos. Siempre hay que aprender y más en el fútbol, donde no hay una verdad absoluta”.