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Los recuerdos de Alfonso Senior Quevedo sobre Millonarios
Es, sin duda, el hombre más influyente en los 70 años de historia del equipo 'embajador'.
Por:
Redacción Futbolred
18 de junio 2016, 01:07 p. m.
Hablar de Millonarios es hacerlo de Alfonso Senior Quevedo. La historia del conjunto albiazul no habría podido ser la misma sin la influencia y el trabajo que este hombre realizó. El club logró grandeza y fue reconocido gracias a su labor, a la visión que tuvo al ser uno de los fundadores y su primer presidente.
En 2004, Senior Quevedo falleció, pero su legado ya estaba hecho, ya había traspasado las fronteras. Sus recuerdos siguen estando vivos y le dan sentido a los miles y miles de hinchas albiazules, quienes encuentran en su labor la razón para seguir creyendo en el club.
La memoria de Don Alfonso se mantiene fuerte. En su oficina, en el barrio Chapinero, todavía se guardan fotos, banderines, relojes, libros y hasta ‘mugs’ (pocillos) que hacen referencia a ese equipo al que le entregó lo mejor de su profesionalismo.
En medio de papeles relacionados con temas comerciales y aduaneros, que es a lo que se dedica la empresa que creó (Agencia de Aduanas Alfonso Senior), hay un espacio para Millonarios: la hora se ve en colores azules y blancos, el café sabe mejor con el escudo ‘embajador’ entre las manos y la mejor opción para distraerse un poco y salir de la rutina es el fútbol, ese que se respira en el cuarto principal y del que se habla casi que con la misma trascendencia que se le da a los temas laborales.
Pero no es todo. Tras su muerte, la familia pensó que era necesario socializar con los hinchas las cosas que tenía Don Alfonso. No fue de inmediato y tomó su tiempo, pero se terminó logrando. Así, se dio la donación de muchos artículos personales suyos al Museo de Millonarios.
Su carné de socio y accionista número 001 reposa en ese establecimiento que reúne todo lo más grande de la historia albiazul, así como su identificación como miembro del Comité Ejecutivo de la Fifa, en el que estuvo por 16 años (1970-1986)… Porque sí, si se lo preguntaba, la respuesta es afirmativa: este hombre, quien nació en Barranquilla el 2 de noviembre de 1912, no solo marcó la historia del club de sus amores sino, también la del balompié nacional.
Al dejar el máximo organismo del fútbol mundial, Don Alfonso recibió una especie de cafetera como reconocimiento a su trabajo, destacándose como miembro de honor de Fifa. Dicho trofeo reposa también en el Museo de Millonarios, junto a la medalla de las bodas de plata (1971) y oro (1996) del ‘embajador’ y otra de las bodas de oro (1952) de Real Madrid, equipo con el que tuvo muy buena relación.
En el Museo también están el primer título del fútbol profesional colombiano logrado por Millonarios, en 1949 y bajó la dirigencia de Senior Quevedo, y el último alcanzado, en el segundo semestre de 2012, año en el que se cumplió el centenario del natalicio de Don Alfonso. “Y es que ese campeonato lo ganaron fue gracias al espíritu de mi padre”, aseguró Alfonso Jr., su hijo.
Querido en el extranjero
Don Alfonso tuvo buenas relaciones con varios equipos por fuera de Colombia. Prueba de ello son algunos obsequios que le dieron: el trofeo Alfonso Senior, otorgado en Lima en 1967, y otro entregado por la Universidad de Chile, en mayo de 1960, tras un amistoso.
También le tuvieron mucho cariño en España, más concretamente en Real Madrid, club que lo nombró socio honorario y le entregó, tras su designación, un diploma y un escudo de solapa que tiene incrustados diamantes, zafiros y rubís. Aunque, a decir verdad, lo más emblemático de sus recuerdos relacionados con la institución ‘merengue’ es el trofeo Santiago Bernabéu, ese que Millonarios ganó con un despliegue de buen fútbol en la celebración de las bodas de oro de la ‘casa blanca’ (1952, Nuevo Estadio de Chamartín).
Y en Argentina, de donde sacó varios talentos, también le tenían un respeto especial. Julio Cozzi, Néstor Raúl Rossi y Alfredo di Stéfano fueron algunos de los futbolistas que trajo y que le ayudaron a escribir la leyenda de Millonarios. “Una vez, a mi padre le presentaron al expresidente argentino Carlos Menen, quien le dijo: ‘Usted se nos llevó muchos jugadores muy buenos”, contó su hijo, Alfonso Jr., quien agregó: “Hablando en términos del deporte, mi papá era de corazón argentino, le gustaba la selección de ese país”.
En enero de 2004, el señor Alfonso Senior Quevedo dejó este mundo, pero su herencia futbolística sigue intacta. A su mausoleo en el Cementerio Central, de Bogotá, llegan día a día muchos fanáticos de Millonarios y del fútbol a dejarle recuerdos y mensajes de cariño y agradecimiento.
Redacción Futbolred