Harold Rivera y Patricio Camps ¿Hay muchas diferencias en Santa Fe?

Independiente Santa Fe no encuentra soluciones para salir de su crisis deportiva. En la Liga I-2019 fue último y por eso contrató a algo más de una decena de jugadores y al argentino Patricio Camps para luchar por algo más importante y escapar del sótano de la tabla.

Sin embargo, Camps no die pie con bola, no le favoreció el cambio de presidente -se fue Juan Andrés Carreño y llegó Eduardo Méndez- y sus malos resultados terminaron dejándolo sin cargo después de la cuarta fecha de la Liga II, dejando a Santa Fe igual a como lo encontró: último.

Su salida no fue en buenos términos. No quiso presentarse a la rueda de prensa después de caer goleado 4-0 contra Deportes Tolima, en la fecha 4, y ese fue un motivo para que Santa Fe decidiera sacarlo, después de algunas discusiones con el presidente Méndez, quien, disgustado, aseguró que salía del argentino y que cualquier entrenador que reemplazara a Camps tendría una mejor campaña.

Era claro y decepcionante el balance de Camps en Santa Fe. Un punto de 12 posibles, empatando con Pasto -de visitante- en la primera fecha; luego fueron 3 derrotas, contra Cúcuta, Alianza Petrolera y Deportes Tolima. El cardenal no anotó goles y recibió 6.

Así que llegó Harold Rivera para apagar el fuego y hacer que el expreso bogotano saliera del último lugar. El entrenador le cambió la cara en muchos aspectos a Santa Fe, mejorando las cifras en la parte defensiva, dándole al equipo un estilo de fútbol más agresivo, y dejando una mejor imagen en los primeros partidos.

Pero, más allá del notorio cambio, las cifras habla por sí mismas y en el mismo lapso de Camps, Harold Rivera no ha logrado superar la campaña del argentino. El DT también dirigió hasta ahora los mismos 4 partidos, como en el proceso anterior, con un saldo de un punto de 12 disputados, empatando con Patriotas -de local- y luego cayendo contra Junior, América de Cali y Rionegro Águilas. Santa Fe suma un gol y apenas recibió 4, lo que habla de mejoría en las estadísticas, pero el mismo balance de derrotas y anemia de puntos cosechados.

A favor de Rivera está que asumió en medio de un campeonato que ya estaba en juego y en el que Santa Fe ya venía mal anímica y deportivamente, con la preocupación por no ganar, sin trabajo físico y táctico, y además no tuvo la posibilidad, como sí la tuvo Camps, de hacer la pretemporada. Pero en el papel, las campañas entre Harold y Patricio son idénticas.